"LA LEY ES PARA TODOS LA MISMA, PERO NO ES IGUAL PARA TODOS"

Félix Población

Basándose únicamente en la declaración nada clara del policía afectado,  sin que haya testigos del caso, el Tribunal Supremo ha condenado a un señor que en el transcurso de una manifestación dio al parecer una patada al declarante. Dos de los miembros del tribunal consideran que el condenado a 45 días de prisión o al pago de la sanción correspondientes merece ser absuelto. El señor Rodríguez, diputado de Unidas Podemos, recurrirá la sentencia ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, en donde, una vez más, la justicia española será protagonista, y no precisamente para celebrarla. Ya sabemos, tal como acaba de recordar el portavoz del partido del señor Rodríguez, que la Comisión Europea está muy preocupada por la situación del estado de derecho en algunos de los países integrantes, y no va a ser precisamente esta sentencia del Supremo español lo que vaya precisamente a paliarla. Antes al contrario, estamos ante el miembro de un Parlamento, elegido por la ciudadanía, al que se le ha condenado sin ninguna prueba que demuestre el delito de atentado a un agente de la autoridad. La difusión de esta noticia ha coincidido, para más inri y mayor preocupación de la Comisión Europea, el mismo día en que el ex Jefe del Estado de este país está a punto de irse de rositas ante la posibilidad de que la Fiscalía del Tribunal Supremo archive las diligencias de investigación en torno al rey emérito. Se tiene en cuenta para ello que los presuntos delitos ocurrieron cuando Juan Carlos I era inviolable, que otros habrían prescrito, etc. A juego con ambas informaciones, y a modo de estrambote, vaya la noticia que leemos en Público: La Fundación Francisco Franco nos recuerda hoy, con motivo de sus 45 años historia, que Juan Carlos I apoyó su creación y la entidad lo celebró concediéndole su primera medalla de oro. Por cierto, tal como me recuerda a su vez un amigo esta misma mañana, no bastó la declaración de los policías para condenar a un nieto del dictador ni a Esperanza Aguirre cuando estuvo a punto de atropellar a un agente. Solo conceptuando de imbéciles a los españoles se puede decir  públicamente a toda una nación aquello de "la justicia es igual para todos". Cuentan que Ayuso dijo un día en un lapsus: "La ley es para todos la misma, pero no es igual para todos". Pues eso.

ATROPELLOS

     DdA, XVII/4976