miércoles, 13 de octubre de 2021

JUAN PABLO I MURIÓ CON LAS GAFAS PUESTAS Y UNOS PAPELES IMPORTANTES EN LAS MANOS



Valentín Martín

El 23 de Agosto de 1978 salió humo blanco por la chimenea del Vaticano y los católicos del mundo dijeron: habemus papam. El Espíritu Santo había elegido a Juan Pablo I, un muchacho de 65 años que siempre se estaba riendo, y al que le gustaba mucho montar en bicicleta cuando era obispo. Cuando el Espíritu Santo le eligió se quedó muy sorprendido, porque él no quería. Él sólo estaba allí con los demás por obligación y por cobrar la dieta.

Unos días después de ser Papa, Juan Pablo I apareció muerto en su cama. La última en verle con vida fue una monja a las 5 de la mañana. No se sabe muy bien qué hacía una monja en el dormitorio del Papa a las 5 de la mañana, pero a lo mejor es que las piquetas de los gallos romanos cavan buscando la aurora mucho más temprano que en mi pueblo, por poner un ejemplo. Además, en Roma, es una hora menos, si no estoy equivocado.

El cadáver de Juan Pablo I tenía las gafas puestas, la luz encendida y unos papeles importantes en las manos, que hablablan del cambio de Poder en la iglesia.

No se le hizo la autopsia. Llamaron a los embalsamadores y se pusieron manos a la obra para buscar a otro Papa. Los italianos, que habían sido Papas ininterrumpidamente durante 400 años, se negaron a ser Papas. Qué extraño, con lo que le gustó siempre a los italianos ser Papas.Yo, por si acaso se repite la historia, dejo dicho que no quiero ser Papa. No por nada, sino porque soy muy italiano e intento no perder el paso.

DdA, XVII/4980

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