Félix Población
Días atrás, en la Universidad de Otoño, hacía Pablo Iglesias un brillante análisis de la situación política en España a propósito de una encuesta realizada por la Plataforma de Medios Independientes sobre las preferencias de la ciudadanía entre república y monarquía, algo que sigue sin interesar al Centro de Investigaciones Sociológicas por no verse obligado a dar los resultados que ahora conocemos. Los españoles se decantan por un régimen republicano y cada vez son menos los que se pronuncian a favor de la monarquía. Según Iglesias, a la vista de la degradación que en los últimos años ha sufrido esta institución como consecuencia de los presuntos delitos cometidos por el anterior Jefe del Estado, la república ha dejado ser memoria para convertirse en una alternativa regeneradora con identidad política de futuro, frente a la España que la figura del rey (recordemos su discurso del 3 de octubre de 2017) aglutina entre la derecha y la extrema derecha ideológica, jurídica, mediática y económica, cuyas reservas u oposición hacia el actual régimen autonómico con cada vez más patentes. Para ilustrar esta certidumbre, nada mejor que servirnos de los abucheos que una vez más sufrió ayer, durante el desfile militar del 12 de octubre, el Presidente del Gobierno y que solo se producen cuando este no es del Partido Popular. El contraste entre los aplausos del público conservador congregado a Felipe VI y los abucheos a Pedro Sánchez denota que se dibujan dos caminos por los que puede transitar este país en el futuro. Para celebrar uno de ellos, y acaso también la encuesta de la Plataforma de Medios Independientes, un error al parecer técnico de la patrulla aérea Águila, a la hora de dibujar en el cielo la bandera oficial, permitió que la enseña se pareciera más a la republicana, defendida contra el fascismo.
NO DIGAMOS DÓNDE, POR SI AYUSO
DdA, XVII/4980
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