Ayer tuvo lugar en la catedral de San Salvador de Oviedo, de cuya diócesis es arzobispo un monseñor del viejo régimen, un suceso del que hoy informan los diarios regionales, sin que se especifiquen las razones concretas por las que un feligrés de mediana edad la emprendió a paraguazos contra dos sacerdotes y un sacristán que acudió en auxilio de estos. Esto es lo que se nos dice que ocurrió en el ámbito por excelencia del canónigo magistral Fermín de Pas, confesor de La Regenta, la inolvidable novela de Leopoldo Alas (Clarín). No hay, al parecer, testimonio gráfico que pueda ilustrar la trifulca, cuyo desarrollo tuvo lugar en la mismísima sacristía del templo:
"La Policía Local detuvo ayer tarde a un hombre de mediana edad y con aparentes problemas de salud mental por emprenderla a paraguazos con dos sacerdotes y el sacristán de la Catedral porque, según explicaron fuentes policiales, no le habían gustado la celebración ni la homilía. Según las mismas fuentes, el hombre, de unos 50 años de edad, accedió a la sacristía poco después de la conclusión de la misma de 18.30 y, con muy malas formas y un tono agresivo, comenzó a despotricar contra la celebración de la eucaristía. Cuando los dos sacerdotes presentes le conminaron a abandonar la sala, el hombre, provisto de un paraguas de regulares dimensiones, la emprendió a golpes con los sacerdotes. Intervino entonces el sacristán, que también fue recibido por una lluvia de paraguazos. Después abandonó la Catedral. La Policía Local, avisada de que un hombre había agredido a los sacerdotes y con una descripción del individuo y su indumentaria, localizó al presunto agresor a escasos metros de la Catedral, camino de la plaza Porlier y procedió a su detención como presunto autor de un delito de lesiones. Mientras los agentes trasladaban al detenido a dependencias policiales y como consecuencia de los golpes, uno de los sacerdotes y el sacristán tuvieron que ser llevados al servicio de Urgencias del centro de salud de la Lila para recibir una cura de las brechas que presentaban en la cabeza como consecuencia de los golpes recibidos en la trifulca".
DdA, XVII/4957
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