Lazarillo
La fotografía de esta mujer joven, vestida toda ella de luto, procede posiblemente de algún medio de información de la época, acaso de alguno de los que asoman su cabecera. Solo sabemos que la imagen fue captada durante la Guerra de España y que con toda seguridad contó con la preparación de la protagonista para que apareciera modesta pero dignamente vestida, con el cabello cuidadosamente peinado, los pendientes y un sencillo collar sobre el pecho. La mujer, con el rostro serio, viste medias negras y calza zapatos planos. Por el contenido de los periódicos y revistas que lleva en su alforja el buche, que mi amigo Martín Domínguez no sabe discernir si es zamorano-leonés, el fotógrafo debió de captar la instantánea en las calles o en un patio de Madrid y poner previamente bien a la vista las cabeceras de la mercancía, con el ABC (posiblemente republicano) en una mano de la vendedora y los diarios El Sol y La Libertad sobresaliendo por encima de los semanarios gráficos Estampa y Ahora. Cabe imaginar a la joven voceando esas cabeceras por el callejero madrileño, aunque de siempre se nos haya inculcado la idea y la imagen de que lo hacían niños o adolescentes varones. Por eso también la fotografía tiene su singularidad, a la que presta una curiosidad añadida la figura del pequeño asno, que aguarda sumisamente pasar a la historia de aquel tiempo amargo mostrando sobre su lomo una de las cabeceras más nobles que puede dar nombre a un periódico. Es una pena que ningún diario de nuestro tiempo haya recuperado el nombre de La Libertad, así, con artículo. Esa cabecera sonó un día por las calles de Madrid en la voz de esta mujer, vestida de luto como corresponde a un tiempo de guerra que dejó a este país sin libertad.
DdA, XVII/4954
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