Félix Población
Me parece que tanto en La Sexta
como en otros canales de televisión de nuestro país, lo que prima al hacer
información es el espectáculo informativo, algo que se remarca especialmente
cuando ocurren hechos como los que se están viviendo estos días en la isla
canaria de La Palma con la erupción del volcán que muchos llaman de la Cumbre vieja
y al parecer lo suyo sería llamarlo Boca de vaca.
Esto último lo supimos ayer a
través de un programa excepcional -en su doble sentido- en el canal citado y que se atiene pulcra y esencialmente
al periodismo, por lo que cabe felicitar a su director y presentador, Rodrigo
Blázquez. La sexta clave, con apenas veinte minutos de duración cada día -que
siempre se nos esfuman en un santiamén-, ofrece en un formato dialogado entre
el presentador y sus colaboradores un claro ejemplo de la amenidad y enjundioso
contenido que pueden tener las informaciones
cuando se nos presentan en un lenguaje directo y claro, profundizando casi siempre en aquellos aspectos que más pueden interesar al espectador.
Ayer, concretamente, las
informaciones de carácter científico aportadas en torno a la tragedia que están
viviendo miles de familias en La Palma fueron especialmente noticiosas y atractivas, dejando en quienes las escuchamos la sensación siempre estimulante
de querer saber más acerca del estudio de los volcanes en erupción y los
riesgos que corren los científicos cuando los investigan a corta distancia de los
cráteres. No es algo que haya ocurrido solo ayer con el caso del volcán canario.
Esa misma sensación se repite en otras ocasiones con muchos de los temas que se
abordan en el programa.
La sexta clave se está ganando, por esa y otras razones que honran la profesionalidad de quienes elaboran el programa y lo ofrecen ante las cámaras, un mayor espacio de emisión. Lo bueno, cuando es bueno, se nos queda corto, y por eso felicitamos a un tal Blázquez y a todo su equipo. "La sexta clave" no es el otro periodismo, como se nos vende desde La Sexta: es el periodismo. Queremos más así.
DdA, XVII/4959
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