lunes, 20 de septiembre de 2021

LA DELEGADA DEL GOBIERNO EN MADRID DEBE DIMITIR O SER CESADA


Félix Población

En 2015, algunos jefes de Estado y de Gobierno en reunieron para celebrar lo que se llamó una Cumbre de Desarrollo Sostenible al objeto de promover la prosperidad y proteger el medio ambiente, con independencia de su grado de desarrollo o riqueza. No parece, por lo tanto, que esos objetivos puedan ser criticables.

 

Sin embargo, una agrupación madrileña de extrema derecha, que ya había convocado hace apenas dos meses una manifestación contra los niños extranjeros (menores extranjeros no acompañados) a los que criminaliza en sus publicaciones, logró permiso de la Delegación del Gobierno en Madrid para celebrar una manifestación en Chueca en contra de las agendas 2030/2050.

 

Como era de esperar de una organización xenófoba y homófoba, salvo por la señora delegada Mercedes González, la agrupación ultra se sirvió de un motivo falso para utilizar las calles de un barrio madrileño frecuentado por homosexuales para lanzar contra estos todo el odio que les caracteriza. Todos sus gritos y amenazas contaron con el permiso de la autoridad competente y la protección de las fuerzas de seguridad, que escoltaron su algarada de homofobia y racismo por el centro de la capital del país.

 

Nada ni nadie evitó que Madrid Seguro, convocante de una manifestación que no pasó del centenar de individuos, prosiguiera hasta el final ese desfile propagador de odio neonazi en contra del propio vecindario de barrio, que desde las ventanas y balcones de la popular plaza de Chueca mostró su indignación contra quienes trataron con su presencia y griterío de alterar la convivencia ciudadana, provocando de manera inadmisible al vecindario.


Yo no sé si la señora González sabe lo que puede ocurrir cuando unos desalmados se presentan delante de los domicilios de unos vecinos tal como lo hicieron esos manifestantes, pero si no ha ocurrido más que esa inadmisible provocación, permitida y custodiada por la autoridad, es porque en Chueca vive gente de paz y convivencia, a la que señora delegada del Gobierno en Madrid debería agradecer su actitud de evitar un enfrentamiento violento respondiendo con su dimisión.

 

El Ministerio de Igualdad llevará ante la Fiscalía lo ocurrido en Madrid, pero lo suyo en doña Mercedes sería irse porque tanta torpeza, si lo fuere, es inadmisible en un país con la historia del nuestro. Y si no lo hace, debería ser cesada.


     DdA, XVII/4956     

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