lunes, 13 de septiembre de 2021

HISTORIA DEL "DON VALENTÍN" DE GOYA


Lazarillo

A falta de saber en qué parará todo, es de suma utilidad aunque duela hacerlo, escuchar un documento sonoro como el que facilita hoy el periódico de Ignacio Escolar con relación al Goya vendido en cinco millones de euros por el matrimonio formado por Esperanza Aguirre y Fernando Ramírez de Haro al potentado constructor preferido del Partido Popular, Villar Mir. 

Se trata de una grabación hecha por la hermana de Fernando a los hijos del matrimonio, en la cual se cuenta la historia de la falsa donación por parte de su abuelo que propició la venta de la obra, con la que la pareja hizo frente a unas deudas millonarias. El Diario da cuenta pormenorizada de ese documento cuyo contenido es de esperar tenga sus consecuencias penales. También puede dar ocasión a que la ciudadanía de Madrid reconsidere el tiempo de corrupción que cundió  bajo la presidencia de Aguirre durante sus nueve años del frente del gobierno autonómico.

Lo que se cuenta en el audio aportado al juzgado por la cuñada de esa señora es que el valioso cuadro de Goya, al que familiarmente se le conocía por don Valentín en alusión al personaje retratado /Valentín Bellvís de Moncada y Pizarro), no pertenecía inicialmente a Fernando Ramírez de Haro y que se apropió del mismo para hacer frente a una posible quiebra. Ese audio consta en el sumario, si bien la Fiscalía se está centrando por ahora en otro posible delito por parte de Ramírez de Haro: el de no tributar por la venta de la obra en la declaración de la renta de 2013. 

Aparte de ese y otros presuntos delitos (como el de no haber protegido la pintura como Bien de Interés Cultural), hay algo en esta vergonzosa historia que denota no solo las miserias familiares de la nobleza patria sino la incultura de la familia propietaria de la pintura, que sólo hasta que Fernando Ramírez de Haro se vio ante una quiebra económica en 2011 no recurrió a los expertos para que acreditaran la posible y luego cierta autenticidad de la misma, tasada por la empresas de subastas Sotheby’s entre siete y ocho millones de euros. 

En cuanto el marido de Aguirre tuvo constancia del valor del retrato lo hizo suyo mediante una falsa donación retrospectiva, pues ya había fallecido su padre. Así de crudo y así de ilustrativo.

     DdA, XVII/4949    

No hay comentarios:

Publicar un comentario