martes, 7 de septiembre de 2021

EN MEMORIA DE AQUELLA ASTURIAS REPUBLICANA, AISLADA Y SOLA

Ante el décimo cuarto homenaje en el Alto de la Toldería (Llanes) a los luchadores antifascistas el próximo 11 de septiembre.

José Luis Pérez Muñiz

Hoy hace exactamente 82 años, la situación en Asturies era esta. Desde hacía más de un año, la zona norte se había quedado aislada del resto de la República. Pero tras la caída de Euzkadi y Cantabria, desde el 1 de septiembre Asturies estaba sola, rodeada por todos sitios de los ejércitos fascistas. Un fascismo que le tenía ganas a Asturies, la roja, desde hacía mucho tiempo, y que concentró lo mejor de sus tropas para conquistarla. Aislados, sin aviación, bombardeados por los nazis de la Legión Cóndor, en una absoluta inferioridad numérica, no se rindieron.

El 5 de septiembre comenzaba la batalla del Mazucu: 30.000 soldados del general fascista Solchaga iniciaban el ataque desde el oriente, y se encontraron con 6.000 soldados republicanos resistiendo en el alto del Mazucu, en la Sierra del Cuera. Cinco a uno. Y resistieron durante semanas

Los republicanos que luchaban contra el fascismo intentaban desesperadamente ganar tiempo para que desde los puertos de Avilés y Xixón pudieran salir, entre los bombardeos de la aviación nazi, los barcos para evacuar a la población civil hacia otros países. Miles de ellos, en su mayoría niños, consiguieron así escapar del horror que se avecinaba. Hasta el día 22 de septiembre no consiguieron los fascistas conquistar el último reducto republicano en el Mazucu, la Peña Turbina. Pero ni siquiera así se rindió Asturies. Todavía otro mes le llevó al fascismo conquistar lo que quedaba de Asturies, pueblo a pueblo. Hasta el 21 de octubre no cayeron Avilés y Xixón. Hasta el 27 de octubre todavía quedaban grupos aislados combatiendo en Asturies.

A muchos de los que fueron evacuados por mar con rumbo a Francia, les esperaban aún años de lucha: al ser invadido ese país por los nazis se pasaron a la resistencia y continuaron combatiendo al fascismo hasta la victoria, entrando en París con los aliados.

Para los que se quedaron en Asturies, el esperado horror fascista se desencadenó sobre esta castigada tierra. Miles de asturianos y asturianas fueron asesinados, y muchos más fueron encarcelados y torturados. Y ni siquiera así terminó la resistencia asturiana. Grupos armados se echaron a los montes y organizaron una guerrilla que continuó 15 años más, hasta 1952.

En total, cerca de 25.000 asturianos y asturianas murieron luchando contra el fascismo y en la represión posterior. A todos ellos, GRACIAS. 

   DdA, XVII/4943   

2 comentarios:

Unknown dijo...

Y aquí estamos los nietos de aquellos asturianos, recordándolos y honrandolos

Unknown dijo...

Sí, aquí estamos sus nietos

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