sábado, 11 de septiembre de 2021

CTXT PUBLICA LA DEMANDA CIVIL POR ACOSO DE LA EXAMANTE DEL REY EMÉRITO


Entra pisando fuerte en el nuevo curso político el periódico CTXT, que hoy domingo depara a sus lectores un texto que parece de folletón decimonónico, propio del sigo XIX, en el que se nos anuncia un relato lleno de espías, petrodólares , sátrapas, pasión y amor.

Ernesto Ekaizer

Oh caballeros, la vida es corta…y si vivimos, vivimos…para pisotear la cabeza de los reyes.
William Shakespeare
Enrique IV, escena II

En los últimos tres años y medio, las actividades presuntamente ilícitas de Juan Carlos I han sido investigadas en Suiza y en España con una peculiaridad: no está formalmente imputado en ninguno de los dos países. Pero ahora, mira por dónde, la demanda civil de Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, su ex amante, ante el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra, le ha obligado a saltar al ruedo. La demanda, firmada por Corinna el 29 de diciembre de 2020, fue tramitada en marzo de 2021 y el texto le fue remitido a Juan Carlos I al Palacio de la Zarzuela en Madrid y a su residencia de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde vive desde el 4 de agosto de 2020. Fuentes jurídicas señalan que Juan Carlos I se resistió a dar el acuse de recibo al documento de 30 folios que contiene los denominados particulars of claim -el relato del caso y de los hechos-, una conducta que varió con posterioridad y que ha conducido al Emérito, de acuerdo con la sugerencia de su abogado –el penalista Javier Sánchez-Junco, ex fiscal de la Fiscalía Anticorrupción–, a contratar al carísimo bufete Clifford Chance de Londres, según se ha comunicado al Tribunal Superior de Justicia.

Juan Carlos I ya intervino discretamente, sin ser imputado, en el procedimiento helvético seis días después de que el fiscal de Ginebra Yves Bertossa abriera las diligencias de investigación el 6 de agosto de 2018, tras filtrarse en España las conversaciones entre Corinna y el excomisario y padre de todas las cloacas, José Manuel Villarejo. El abogado suizo del rey, Dante Canonica, le pidió a este que firmase una carta para presentar en el procedimiento suizo en la que debía asegurar que había donado a Corinna de forma “irrevocable” los 100 millones de dólares, que ella no le había devuelto ninguna cantidad que, por otra parte, jamás le había solicitado, y por último, que ella nunca había sido su testaferro, contrariamente a lo que se afirmaba en la prensa española.

Juan Carlos I viajó a Ginebra a visitar a su hija, la infanta Cristina, el 12 de agosto de 2018 y aprovechó su estancia para firmar la carta, que Canonica presentó al prestar declaración ante el fiscal Bertossa unos días más tarde

         EL ARTÍCULO PROSIGUE EN CTXT   DdA, XVII/4947

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