Lazarillo
Teniendo en cuenta nuestro pasado dictatorial, el que se remonta a un periodo sin libertades de nuestra historia reciente, no ha quedado nada mal España en el medallero olímpico. Nuestros jóvenes atletas están a compitiendo con una gran dignidad, a falta de la última jornada que se disputa hoy en Tokio. El puesto vigésimo da idea de que el deporte en nuestro país cuenta con una generación de practicantes merecedora de nuestros más sinceros parabienes. También es de resaltar, en tiempos como los nuestros en que los riesgos de involución democrática se dejan notar, que contemos además con magníficos ciudadanos que no pueden entender el racismo, la xenofobia o la intolerancia, representada por un partido político que cuenta con más de medio centenar de parlamentarios en el Congreso. A las palabras de Ana Peleteiro contra esa formación política, añadimos la de Alberto Ginés, medalla de oro en escalada con solo 18 años, que ha enviado sucesivos mensajes contra Vox y quienes no le querían compitiendo en unas olimpiadas por simpatizar con la izquierda. “Los jóvenes no os queremos a vosotros”, respondía a un comunicado de ese partido sobre la juventud española el pasado mes de marzo. Previamente había escrito: "La gente diciéndome en twitter que no me merezco representar a España en los JJ.OO., ¿todo bien?”. La memoria democrática de este país, representada por quienes combatieron a la dictadura en el pasado, debe sentirse reconfortada por gente como Ana y Alberto.
DdA, XVII/4913
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