viernes, 2 de julio de 2021

EL CHIRINGUITO DE CANTÓ Y LAS DOS CIUDADES DEL ESPAÑOL


Félix Población

No creo que debería preocuparse la ciudad de Salamanca, gobernada por el Partido Popular desde hace muchos años, por la nueva Oficina del Español que acaba de anunciar en Madrid, gobernada por el Partido Popular, la presidenta Ayuso. Por muy mal que funcionara la Oficina del Español que existe en Salamanca desde hace casi veinte años, que no es el caso, es de prever que la gestión del chiringuito de Cantó no supere la hegemonía ganada por la que es desde hace dos décadas Ciudad del Español en Europa. 

Según la información facilitada por la Junta de Castilla y León, de los 50.000 estudiantes extranjeros que cada año llegan a esta comunidad, 35.000 eligen Salamanca para estudiar o perfeccionar nuestro idioma. Si se tiene en cuenta que la ciudad del Tormes tiene 140.000 habitantes, los estudiantes que recibe anualmente equivalen a un cuarto de su población, nada menos, con la consiguiente y positiva repercusión social y económica. 

No parece verosímil que Antonio Cantó, asegurando que “el chiringuito soy yo”, pueda competir con Salamanca haciendo que Madrid reciba al año 800.000 estudiantes de español, la cifra que le correspondería a la capital de este reino en declive -con sus 3,2 millones de habitantes- para compararse con la Ciudad del Español en Europa, según acordaron en su día el Ayuntamiento de Salamanca, la Cámara de Comercio, catorce escuelas de español, la Universidad de Salamanca y la Universidad Pontificia. 

Si a la ya existencia de una Oficina del Español en la ciudad del Tormes se le añade la del Instituto Cervantes desde hace treinta años, encargado promover en todo el mundo la enseñanza y uso del español y la cultura española “en coordinación con los demás órganos competentes de la Administración General del Estado y las restantes Administraciones Públicas”, concluiremos en que lo de Ayuso con Cantó en una mera y puta prebenda, sinecura o bicoca de 75.000 euros años que le cae al mentado como estímulo a quienes luzcan en su currículum los alardes de cinismo y sinvergonzonería tornadiza que le caracterizan. 

Puede que en el Partido Popular haya más de uno que piense que ese es el camino para fomentar el transfuguismo en Ciudadanos, según se hizo en Murcia, pero eso al alcalde Salamanca le tiene lógicamente al pairo porque lo que quiere es que a su ciudad no se le mutile una de las fuentes de ingresos más sólidas con las que cuenta, que son muy pocas.

CANTA MUCHO LO DE CANTÓ

Con acento en la ó final. Se ha creado una Oficina del Español para pagarle 70.000 euros de sueldo por no hacer nada. Por no hacer nada, no. Dice que él que va a ser coordinador. Pero al mismo tiempo desvela que no va a haber ninguna infraestructura, que es él solo. O sea que Cantó va a coordinar a Cantó. Personalmente a lo peor lo necesita, yo creo que sí. Pero no a costa de los 70.000 euros que le pagamos nosotros. Él se va a coordinar desde Madrid, claro. Puestos a mirar cojeras, no creo que la Oficina del Español de Cantó sea necesaria. Y si la señora de las caderas de azúcar cree que corre peligro el español más allá de cuando habla ella misma ¿ por qué Cantó y no Paz Battaner, la mejor lexicógrafa española y última mujer en entrar en la RAE y no un individuo que escribe con faltas de ortografía? Digo yo. Crea una cosa para pagar 70.000 euros a Cantó en Madrid. Y al mismo tiempo se suprimen varias secretarías técnicas. Entre ellas la destinada a la Revitalización de los Municipios Rurales. Otra vez los de pueblo, no sólo a la cola sino que desaparecemos. Canta mucho lo de Cantó. Y canta mal para la España vacía o vaciada, que nos diga Cantó cómo se dice. Exigimos atención a nuestro mundo rural. Y que lo poco que tenemos no sea para pagar 70.000 euros a Cantó. Que no nos roben más. Valentín Martín

      DdA, XVII/4892      

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