sábado, 19 de junio de 2021

SATANIZAR LAS IDEOLOGÍAS CRÍTICAS CON LA IDEOLOGÍA ULTRALIBERAL

 


Vicente Bernaldo de Quirós

   Hace ya medio siglo que un pensador franquista (aunque lo parezca no es una contradicción) como Gonzalo Fernández de la Mora escribió un libro para predecir el ocaso de las ideologías, que era más que nada un compendio del pensamiento de la dictadura que esperaba que el vicio del liberalismo y de otras ideas del siglo XX no aterrizara en nuestro país. Vano empeño porque las ideologías no solo no se habían ido nunca, aunque el Movimiento Nacional las hubiera declarado proscritas, sino que estaban muy presentes en la sociedad española.
   A pesar de que tras estos cincuenta años, las profecías del que fuera ministro de Obras Públicas en los últimos gabinetes de Paca la Culona, no se cumplieron, el poso que dejó el franquismo en nuestro país, ha permitido que algunos ideólogos del ocaso de las ideologías sigan acariciando la pistola cada vez que oye hablar de ellas y en algunos casos a determinados sectores ciudadanos les parece bien que vivamos en un mundo sin ideas.
   Al fin y al cabo la ideología es el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona o de un colectivo, como define la Real Academia de la Lengua Española y es la ciencia de las ideas, por lo que no entiendo muy bien (o si o entiendo, pero mes es imposible procesarlo en mi mente) a que viene esa tirria a que el personal piense.
   Evidentemente el lastre de la ideología hace inviable que nos rindamos al pensamiento único que pretende endilgaros la derecha ultraconservadora con pocos recursos, frases demasiado manidas y la convicción de que los ciudadanos dejen de pensar porque ya hay alguien en el pensamiento orwelliano que lo hace por ellos.
   Escuchamos, desgraciadamente, cada vez más que una determinada acción está impregnada de ideología, como si no lo estuviera la contraria. Y así en el colmo del disparate un dirigente empresarial llegó a decir que la derogación de la reforma laboral tenía un marcado criterio ideológico. ¿Y el mantenimiento, no, querido patrón de patrones?
   El esperpento llega a su punto álgido en las cuestiones educativas Los defensores de la enseñanza concertada a ultranza que ven en cualquier apoyo a la educación pública, un obstáculo para sus fines de adoctrinamiento, manifiestan que desde la izquierda se pretende la batalla ideológica contra lo privado. Y eso, ¿es malo?. Yo diría que no solo es bueno, sino ejemplar.
   Lo curioso es que quienes adoctrinan en la satanización de la ideología liberal y progresista, lo hacen con criterios ideológicos lo que es paradójico, pero a la vez es consecuencia del poco aprecio que tenemos los españoles por la historia de las ideas. Las de los demás, e incluso de las nuestras propias. Así nos va. 

     DdA, XVII/4880     

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