domingo, 6 de junio de 2021

PEPE CAUNEDO EXPLICA LO DEL "OSO QUE ATACÓ A UNA VECINA" EN CANGAS DEL NARCEA


Marta Pérez 

La afición de Pepe Caunedo es al monte, no al vídeo o a la fotografía. La primera vez que vio un oso tenía 8 años, estaba comiendo cerezas con dos osinos. Lo recuerda como algo normal. En Somiedo no se habla de un oso, se habla del oso, con respeto, y sobre todo con cariño. El ser humano, el ganado y la fauna salvaje han convivido en armonía durante siglos en el Parque Natural, la primera Reserva de la Biosfera de Asturias, y el lugar con más osos de toda la Cordillera Cantábrica. Para que se hagan una idea, si en la Cordillera Cantábrica habitan entre 300 y 350 osos pardos, 280 están en las montañas de Somiedo. Pepe lleva años madrugando siempre que el trabajo se lo permite para amanecer en el monte y registrar con una cámara de vídeo osos, linces, o venados. Nunca ha tenido ningún incidente.

-Le tenemos aburrido esta semana a llamadas los periodistas. ¿Cuál es su opinión como experto y conocedor del oso sobre el ataque a una vecina de Cangas del Narcea?

-Yo no me considero ningún experto, pero lo que sí le puedo decir es que lo que están diciendo algunos expertos son tonterías. Que si el celo, que si se siente acosado… Pero, vamos a ver: ¿cómo va el hombre a estar acosando el hábitat del oso si aquí quedamos cuatro? Entonces, cuando había vida en los pueblos y gente en el monte, porque las cocinas se alimentaban con leña, se hacían madreñas y muchas construcciones de madera. Entonces, ¿eso qué era, una invasión?

-¿Qué cree usted que pasó?

-El oso, como todos los animales salvajes, es huidizo. No sé lo que pudo pasar. Quizás la situación, que en ese momento, en ese lugar, se sintió acorralado. Una reacción, un grito… Lo importante es que esta vecina se recupere bien. El oso tiene unas zarpas que son como cinco cuchillos, como humilde espectador creo que si la hubiese atacado con intención de hacer daño el resultado habría sido otro. Un zarpazo a mala leche, no lo cuentas. Aquí en Somiedo nadie recuerda que un oso hiciera daño a nadie. No hay que olvidar que son animales salvajes y grandes, pero son miedosos.

+INFORMACIÓN EN EL DIARIO MIGIJON                                  DdA, XVII/4868

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