"Juan de la Cierva en Londres antes del golpe" es el título de una serie de artículos que el historiador Ángel Viñas publicará en el diario Infolibre, avalando su tesis sobre la vinculación del inventor del autogiro con el golpe militar de 1936 que dio lugar a la Guerra de España, y por la cual se ha decidido no permitir que el aeropuerto de Murcia, una región gobernada por la derecha trina (con la extrema derecha a cargo de la consejería de Educación), lleve el nombre del ingeniero. Murcia es todo un ejemplo de involución, a punto de reproducirse en la comunidad de Madrid. Una enjundiosa carta de Juan de la Cierva al general Mola desde la capital británica, en septiembre de 1936, es el primero de los artículos de mi estimado y admirado historiador. Según Viñas y este Lazarillo, la misiva "basta para ilustrar una línea del comportamiento del ilustre inventor del autogiro que cualquier historiador digno de ese nombre remontaría a los albores de la conspiración":
Ángel Viñas
"Mi querido y respetado amigo: Anoche llegué a Berlín, según le telegrafié, y, según le prometí desde allí, me apresuro a mandarle detalles completos del cumplimiento de mi misión". No fue posible llegar a Berlín el miércoles por llegar el tren a París demasiado tarde que enlaza con el aeroplano de la mañana, por lo cual seguí en el tren de la noche. Por cierto que en el coche-cama intentaron robarme mientras dormía —no sé si el dinero o los documentos— sin éxito. Me puse en contacto inmediatamente con el Almirante Canaris, que es el que se encarga de la ayuda al movimiento. Me recibió muy bien y le expliqué la situación después de enseñarle la carta que V. me dio. Le hice presente estoy al corriente de todos los arreglos, tanto los hechos en Berlín directamente como los de la HISMA etc, para que me hablase con toda libertad. El almirante me puso en contacto con otras personas y en definitiva dejé arregladas las cosas como sigue:
1)
Las Marismas había encargado 5.000.000 de cartuchos de
7 m/m. El creía le habían prometido entrega fin de agosto, pero los
de allí dicen que es un error, la entrega prometida era fin de septiembre.
Pensaban embarcarlos a mediados de la semana próxima en el barco que viene
cargado de cobre. Ante mi insistencia quedó arreglado el embarcar hoy, sábado,
con otro barco que fletamos, cuantos cartuchos se pudieran embalar y
transportar a Hamburgo en camiones, trabajando día y noche. Al principio creían
poder llegar a las tres unidades, pero ayer por la mañana creían serían solo
dos, pues si no se perdería algún tiempo. Así se lo telegrafié a V.
Así
pues, en el vapor Cameroun salen hoy para Vigo: 2.000.000 (aproximadamente)
cartuchos 7m/m; 2.000 fusiles calibre 7, 92 m/m; 2.000.000 de cartuchos de 7,
92 m/m; 875.000 cartuchos 9 m/m para las pistolas ametralladoras que ya fueron.
Solo quedaban por mandar del encargo que el Comandante Génova hizo 1.750
fusiles alemanes, pero me pidieron permiso, que dí, para completar la cifra
hasta 2.000. Este gasto extra por el barco especial,
transporte en camiones y los 250 fusiles con 1.000 cartuchos cada
uno se lo pagué desde aquí. Todo lo demás estaba ya pagado (salvo una pequeña
cantidad) con los envíos que hicimos desde aquí y que figuran en la relación
que le dejé.
2)
El miércoles o jueves próximos saldrán los cartuchos restantes (probablemente 3
millones) para Vigo. Con el fin de aprovechar el viaje he ordenado completar el cargamento con unas 1.500 toneladas de carbón.
3)
Esos cinco millones corresponden, repito, al pedido hecho a la industria
privada, que hay que pagar a tocateja. De todos modos y en vista del plazo
pedido por la fábrica austríaca (no polaca como me habían dicho los
representantes polacos) ordené por el mismo conducto otros cinco millones en
Alemania. Plazo máximo de embarque 3 semanas, casi seguro 2, pues ya tienen
todo montado para la fabricación. Así pues, podemos contar con esos 5 millones hacia el 5-10 de octubre en Vigo. Los
pagaremos desde aquí.
4)
Todo esto no tiene nada que ver con los arreglos hechos por el General Franco con la HISMA. Tuve otra
conferencia con Canaris y otros sobre este asunto. El Almirante me dijo podía
confirmar a Franco que le enviarán 5 millones semanales, según
pidió, pero al principio decían tardarían 10 a 15 días en hacer el primer
envío. Seguí instando sobre la necesidad absoluta de acelerar y entonces me
dijeron que si tuvieran una muestra de nuestra cartuchería se ahorrarían 2-3
días pues pensaban mandar un aeroplano a España a recogerla. Saqué del bolsillo
la que V. me dio y entonces dijeron que estaban casi seguros de poder hacer el
primer envío en una semana de plazo, o sea, hacia el 25 o 26 del corriente,
siguiendo luego cada semana.
5)
En vista de esto, que me fue solemnemente prometido, creí era innecesario el
pedido en Austria, ya que además me di cuenta no les hacía mucha gracia a
los alemanes, a quienes se había pedido les dieran tránsito y transporte desde
Hamburgo. Sin embargo, al llegar aquí anoche y encontrar su telegrama, volví a
hablar a los polacos, aceptando el plazo de 20 días
para entrega de 7 millones. No amplié el pedido a 10, pues de todas
maneras no podrán entregar más de 7 en ese plazo y si queremos más podemos
encargarlos sin retraso, dentro de unos días. Espero sus órdenes a este
respecto.
6) Los embarques probables en Hamburgo
de cartuchería 7 m/m quedan resumidos como sigue:
Y ya seguirán los envíos semanales de la
Hisma. Hay que contar 5 días a Vigo y 6 o 7 al Sur.
7)
La industria privada alemana, por conducto del Sr. Veltjens, está dispuesta a
suministrar luego unos 5.000.000 cada 2 semanas si se les encargan y pagan. V.
me pasará sus instrucciones, aunque yo creo que con las promesas recibidas no
necesitaremos gastar más dinero en cartuchería. Los encargos hechos a Veltjens
y a Austria, por 12 millones en total, costarán unas 65.000 libras,
que pagaremos de aquí.
8) Veltjens, que es en realidad un
agente oficial, me ha dicho que los rojos han comprado en Finlandia 1.000
ametralladoras, en 2 millones de dólares. Los de allí, de acuerdo con los
alemanes, se las han vendido y exigen pago total antes de enviar nada. Han
recibido una sexta parte del dinero y en cuanto hayan cogido todo mandarán las
1.000 piezas sin algunas partes esenciales del mecanismo, así es que no
les servirán de nada. Es un buen servicio que nos prestan.
Con
esto termino la relación del cumplimiento de la misión que V. me encargó. Solo
debo añadirle que mis colegas de Londres han estado buscando stocks disponibles
por todas partes y no queda nada en ningún país. Además están tratando de
conseguir que unas 190 toneladas de mercancía sospechosa que
hay en Hamburgo para envío a China, de procedencia austríaca y finlandesa, sean
inspeccionadas para ver si se trata de cartuchos 7 m/m con destino al enemigo.
Ese material está ahora detenido, por orden del Gobierno alemán, y sería un
buen golpe que nos lo enviaran a nosotros. Creo vale la pena que el General
Franco diga algo sobre esto por medio de la Hisma.
Voy ahora a ocuparme de las otras
misiones que V. y Franco me encomendaron y ya daré cuenta. Hasta pronto espero.
Quedo a sus órdenes, le envío un fuerte abrazo y ¡Viva España!”
La
anterior carta, manuscrita, está fechada en Londres el 19 de septiembre de 1936. ¿Quién la envió al general Mola? Juan de la
Cierva.
Como todo documento primario necesita
dos tipos de análisis. Un interno, examinando su coherencia y circunstancias de
producción. Otro externo, de contextualización. Es misión del historiador
extraer el máximo jugo posible de estos dos ejercicios sin desvirtuar en ningún
momento la evidencia primaria relevante de época.
Hacerlo daría para otro largo artículo.
Habría que examinar los antecedentes, el papel desempeñado hasta entonces por
Juan de la Cierva en la red de aprovisionamientos de Franco y Mola desde el
exterior, las circunstancias en que estas se desarrollaron, los contactos
trabados, la comparación con los apuros por los que pasaba el Gobierno
republicano y así sucesivamente.
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