Félix Población
Creo que es de tener muy en cuenta el mensaje de recordación que se nos ha planteado hoy desde las redes sociales acerca de un hecho que fue portada a finales del pasado mes de abril y ocupó muchas horas de debates en estudios de radio y platós de televisión. Estábamos en vísperas de las elecciones autonómicas convocadas por el gobierno autonómico de Madrid, después de que en el de Murcia se planteara una fallida moción de censura por el Partido Socialista y Ciudadanos, resuelta con la compra de varios diputados naranja a cuenta del Partido Popular. En el momento en que el vicepresidente segundo del gobierno español Pablo Iglesias optó por presentarse a los comicios madrileños, en ciertas instancias de la reacción se dejaron notar los nervios y se dio el caso -insólito en periodo electoral- de que circulasen como si se hubiera averiado los detectores en Correos una serie de amenazas de muerte por carta, iniciadas contra el vicepresidente segundo, dos ministros y la directora general de la Guardia Civil. También la presidenta del gobierno regional de Madrid recibió una a posteriori, remitida obviamente desde Cataluña. Recordemos que en el caso de Iglesias se adjuntaban balas de un fusil de asalto empleado por el Ejército español. En otro caso lo que se mandaba era una navaja. Pues bien, pasados casi dos meses de aquellas incidencias -gravísimas en una democracia que se precie-, pareciera que la agenda de actualidad a la que se deben los periodista hubiese impuesto un silencio u olvido total sobre la cuestión. Sorprende tanta unanimidad de criterio. ¿Sabremos algún día quiénes fueron los remitentes de esas amenazas postales de muerte o habrá que esperar a una reedición de los hechos?
DdA, XVII/4873
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