jueves, 20 de mayo de 2021

EL TARAJAL OTRA VEZ, PERO DE OTRA FORMA


Félix Población

Es sumamente penoso y deleznable comprobar hasta qué punto el reino de Marruecos ha vuelto a manejar a los más desesperados de sus súbditos, con el añadido de personas aún más desesperadas provenientes de otros países subsaharianos sumidos en todas las miserias, para organizar una especie de segunda marcha verde costera hacia la vecina ciudad de Ceuta. 

Es algo que probablemente estaba en la mente de aquel gobierno desde la tragedia de El Tarajal de hace siete años, saldada con la muerte de al menos quince migrantes de los 200 o 300 que intentaron llegar a Ceuta a nado. Un operativo de 56 agentes de la Guardia Civil descargó sobre ellos 145 balas de goma y cinco botes de humo de ocultación al objeto de frustrar le tentativa y dispersarlos. 


Estos días no ocurrió lo mismo en esa playa. Se dieron escenas muy distintas que quizá evitaron un aún mayor conflicto fronterizo que el suscitado. Se pueden buscar motivos a este, como el internamiento en un hospital español de un dirigente del Frente Polisario, pero mucho me temo que no sea ese el problema porque la cuestión fundamental reside en el papel de guardián migratorio que aquel país representa en la frontera sur de España y en los intereses que muevan a Marruecos a cumplir con mayor o menor efectividad. 

Lo de Marruecos con nuestro país y la emigración ilegal siempre estará sometido al chantaje de aquel reino. Siempre habrá una mínima excusa para que la historia del Tarajal se pueda repetir, en esta ocasión al menos sin la brutal reacción tomada hace siete años por el gobierno de M. Rajoy. Frente a esa posibilidad, siempre abierta, la oposición española ha vuelto a interpretar el repulsivo papel propio de su patriotería: en lugar de apoyar al gobierno de la nación ante una cuestión de estado de tal gravedad, ha vuelto a servirse de un conflicto -en esta ocasión humanitario y no sanitario como la pandemia- para intentar desestabilizar al ejecutivo de coalición. 

Lo hizo ayer Casado en el Congreso y con mucho más énfasis patriotero Santiago Matamaros Abascal con sus soflamas guerracivilistas en Ceuta. Diversión gratuita para Mohamed VI, fraternal amigo de nuestro silente Jefe del Estado.


Léase@también: "Esta crisis ha destapado la verdadera cara de la monarquía marroquí y su afán expansionista". La última hora


     DdA, XVII/4852     

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