domingo, 9 de mayo de 2021

ADIÓS A CABALLERO BONALD, GRAN POETA Y GRAN PROSISTA


Félix Población

Ninguna duda tengo a la hora de afirmar que se nos ha muerto en Madrid, a los 94 años de edad, no solo el poeta mayor de cuantos escribían en lengua española y vivieron con nosotros hasta ayer, sino el que para mí ha sido nuestro mejor prosista. Tengo sobre mi mesa para reafirmarme en esto último un ejemplar de La costumbre de vivir, segunda parte de La novela de la memoria, una auténtica joya literaria publicada por la editorial Alfaguara en 2001. Uno de esos pocos libros a los que se puede llamar gozosas porque festejan la ventura de leer y disfrutar intelectual y formalmente de la escritura. De igual entidad es la primera parte de sus memorias, Tiempo de guerras perdidas, publicado en 1995. Desconozco si estos dos libros han sido estudiados o se estudian en nuestros colegios e institutos, pero sí creo que resultarían imprescindibles en la formación de las jóvenes generaciones. Igualmente creo que el estudio de la poesía de José Manuel Caballero Bonald, que tantas veces llevé conmigo en mis paseos por el campo, debería figurar como materia predilecta en las clases de Literatura. Recuerdo a este respecto las pocas líneas con las que Caballero contestó a una carta mía de felicitación por su nonagésimo aniversario, cuando le dije que entre las formas de celebrar a los poetas que me gustaban estaba la de leerlos en voz alta en un entorno campestre y apacible: "Gracias por esa amable y sonora andadura con la que me obsequia. Lectores como usted dan horizonte al verso, aun siendo tan de minorías". Siento que el poeta haya fallecido después de conocer los resultados de las últimas elecciones autonómicas en Madrid: léase la entrevista con Caballero Bonald publicada en Cuarto Poder hace unos años.

Carnal fuego amoroso

Amor, primera forma de vivir, escucha:
¿eres tú la tristeza que enciende mi destino,
o acaso sólo existes desde un ser que sonríe
mientras tiemblan sus ojos esperando en los míos remansarse?

Yo no sé si te tuve, ¡oh amor! , dulce manera de luchar,
no sé siquiera si alguna vez
tus vigentes, iniciadas, estremecidas manos
tejieron en mi piel su táctil alegría.

Un día -lo recuerdo lo mismo
que si ahora en mi pecho me llegara el instante-,
creyó mi corazón que tú lo restañabas,
que tú te debatías dentro ya de mi cuerpo,
doblándome la carne, derrotándola en dichas,
contra la humana tierra de un país hermosísimo.
Pero escúchame, amor, carnal fuego armonioso,
escúchame no quieto, no tendido a mis plantas,
sino allí donde reinas, donde en vuelo dominas,
¿ eras tú quien entonces refulgía en mi boca
desde otro ser que, amante, me centraba en el gozo?

Oh, no, no, tú no puedes oírme, tú no puedes hablarme,
porque aquello que el hombre más quisiera saber
responde siempre mudo dentro de su belleza.
Pero yo sí respiro los aires que tú sorbes;
sé que eres un pájaro que entre nubes desciende
hasta el lumbror premioso de los trinos,
o tal vez esta rosa familiar, llameante,
que derrama en sus pétalos tanta gloria de savias.
Estás allí, lo sé, bajo la tarde núbil,
bajo la noche y la mañana que por ti, brilladoras, renacen,
en los vientos que marchan y regresan un día
trayendo el mismo aroma virginal de las cumbres.
Y aquí, sobre esta humana vocación de ser piedra,
también es tu presencia la que late,
también es tu ternura, tu flagrante dominio,
el que enflora de vida los pechos que te ignoran.
Tú eres la luz de un paraíso donde el dolor se acuña
al gozo de unos cuerpos que, ávidos, se estrechan,
que, temblando, se aman bajo copiosos árboles
en cuya fronda un trino se extasía,
s0bre la hierba dulce abatida por un peso de dioses.

Oh amor, carnal fuego armoni0so, escucha:
escúchame la voz que por ti besa,
remózame las manos que acarician teniéndote ceñido,
abrígate en mi pecho donde tú palpitando me sostienes,
dame siempre tu forma, amor, tu celeste materia iluminada,
esa embriaguez con la que un cuerpo dentro de otro agoniza
por hundir en lo eterno la identidad humana.

Léase@también: "Para Caballero Bonald, el fascismo está agazapado, a la vuelta de la esquina", entrevista en Cuarto Poder

 DdA, XVII/4841

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