Félix Maraña
Antes del fin del mundo, había en España 47 millones de entrenadores de la selección de fútbol. Al llegar el tsunami del fin del mundo, había ya 47 millones de presidentes del gobierno y otros 47 millones de epidemiólogos. Cuando ya parece que el fin del mundo se acaba, para comenzar el Postmundo, aparecen 47 millones de sociólogos, empeñados en explicar las comparativas. Como parten de que aquí todo se ha hecho mal, no les queda campo de análisis y recurren a los nórdicos. En España hay 47 millones de españoles que no son nórdicos, pero eso no se comprende, porque nadie de esos 47 millones quiere reconocer que tira la basura donde le viene, y cuando ve una papelera da un rodeo. Como en España todo el mundo es lo que no es, el problema se complica. Como todos son presidentes de gobierno, epidemiólogos, adivinos y sociólogos, amén de entrenadores de fútbol, no pueden ser otra cosa. Hay que desprogramarlos. Aunque yo creo que sería más barato importar 20 millones de nórdicos y nórdicas, dispuestos a aparearse, subsidiados, para repoblar este país lleno de tanta gente inteligente e inmortal, que no quiere reconocer que tira máscaras, papeles, guantes y preservativos al suelo. 47 millones de todo, aunque con sus descuentos, entre los que hay que tener en cuenta los muertos. Pero qué importan los muertos si no son los nuestros. Aunque la culpa es del gobierno, que no pone grifos de cerveza en las fuentes públicas. Qué país, Mikelarena!
DdA, XVII/4845
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