domingo, 25 de abril de 2021

QUE LOS VOTOS ENTIERREN LAS BALAS, ¡REDIÓS!*

Álvaro Noguera

Félix Población

De la correspondencia terrorista sabe bastante este país, que tuvo por muchos años a ETA como protagonista principal de la violencia hasta que el ejecutivo presidido por Zapatero acabó con ella no hace muchos años. Desde entonces no se habían vuelto a leer cartas como las recibidas por el ex vicepresidente segundo del Gobierno, el ministro del Interior y la directora general de la Guardia Civil estos días, en plena campaña electoral en la Comunidad de Madrid.

Con toda seguridad, la presencia de Pablo Iglesias como candidato por Unidas Podemos en esos comicios, poniendo al menos en duda las posibilidades de un gobierno autonómico de derecha extrema, pudo impulsar a los remitentes a tomar esa decisión y atreverse al terrorismo epistolar como remate al largo, pertinaz y ominoso periodo de acoso y derribo que sufre desde su creación el partido morado.

Esas balas, por lo tanto, tienen su nauseabundo caldo de cultivo repartido entre quienes no han dejado de difamar e imputar a los dirigentes de Podemos o a la propia formación política de supuestos delitos que fueron archivados una y otra vez por los tribunales. En la difusión de esas falacias e infamias han colaborado casi todos los medios de información, incluida la cadena SER, que el pasado viernes se encontró en sus propios estudios con los efectos de su repudiable política informativa.

Lo que la candidata de Vox hizo en el programa Hoy por hoy de esa emisora –poner en duda la veracidad de las amenazas de muerte-, durante el debate a cinco con los restantes candidatos, fue culminar con la más miserable de las actitudes el largo rosario de mezquindades propaladas por determinados medios de comunicación, entre las que cabe mencionar las amenazas de muerte contra dirigentes de Podemos suscritas a micrófono abierto por un conocido comunicador de manera impune.

Como todo vale contra Unidas Podemos, la candidata Monasterio llegó a dudar explícitamente del renacimiento de una correspondencia terrorista contra Pablo Iglesias y dos representantes del Gobierno, cuyos desconocidos remitentes bien podrían tenerla como candidata al gobierno de la Puerta del Sol. Después del cartel xenófobo y aporófobo de Vox, denunciado por la Fiscalía Provincial y propio de la propaganda de Josep Goebbels, la extrema derecha nos ha venido a recordar por su repudiable actitud ante esas balas por correo que fueron las balas en este país las que acabaron con los votos y escribieron el más trágico episodio de nuestra historia. Por eso esta cita del 4 de mayo puede llegar a ser la más importante que los madrileños han tenido hasta ahora con las urnas.

Por nuestro reciente pasado con el terrorismo de ETA y el de extrema derecha, o por el vivido y sufrido durante buena parte del siglo XX con el terrorismo franquista, conviene en estos casos recordar a Cicerón: Historia magistra vitae est. Historia vero testis temporum, lux veritatis, vita memoriae, magistra vital, nuntia vetustatis: La historia es maestra de la vida, genuina testigo del tiempo, luz de la verdad, memoria y maestra de la vida y mensajera de la antigüedad. También nos vale Cervantes cuando en su/nuestro Quijote escribió que la historia es el camino de la verdad, ejemplo y aviso de lo presente, y advertencia de lo por venir.

El pasado viernes los demócratas debieron abandonar el estudio de la cadena SER en el mismo momento en que lo hizo Pablo Iglesias. La reacción de Ángel Gabilondo y Mónica García, retirándose después del descaso tras un posible asesoramiento a distancia, no fue todo lo diligente que cabía esperar. Ahora lo que cabe es que todos los electores demócratas sepan enterrar con sus votos en las urnas la impresentable posibilidad de que esa extrema derecha, reflejada en su propaganda racista y en su candidata aberrante, pueda hacer valer un gobierno de cuño muy reaccionario en la Puerta del Sol. Todo el país estará muy pendiente de lo que ocurra porque a todo el país compete. Nos jugamos la democracia.

*Artículo publicado hoy en La última hora

      DdA, XVII/4829     

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