viernes, 16 de abril de 2021

MANUEL PINTO, HÉROE DE LA LIBERACIÓN Y DEFENSOR DE LA LIBERTAD



TONI ÁLVARO

El 14 de abril de 1931 se proclama en España la II República. Ese mismo día, Manuel Pinto Queiroz-Ruiz cumple los 15 años en su Jerez de la Frontera natal. Es huérfano de madre desde los cinco años y vive con su padre, militante anarquista, que le imbuye el sentido de la fraternidad. Pasarán los años y siempre recordará las largas tardes de charlas y debate a las puertas de las casas, mientras comían higos chumbos y se preocupaban unos de otros, ayudándose en lo que podían. Manuel trabaja en la viña y en una destilería, ingresando en la CNT y las Juventudes Libertarias. Aprende a leer y escribir y será él quien enseñe a otros a hacerlo, recorriendo los pueblos de los alrededores para no dejar a nadie sin una mínima instrucción.

En julio de 1936, al poco de cumplir los 20 años, se produce el golpe de Estado fascista y las tropas facciosas no tardan en ocupar Jérez. Manuel escapa hacia Granada cruzando las montañas. Su padre prefiere quedarse para no resultar un estorbo en la huida. Lo fusilan.

Manuel combatirá en los frentes de Málaga, Granada, Marbella, Almería, Murcia y Alicante, ya al final de la guerra, con los fascistas avanzando a sangre y fuego sobre la ciudad, en cuyo puerto se congrega una multitud arrinconada y despavorida que busca una salida que no llegará para la gran mayoría. Manuel consigue escapar a bordo del pesquero La Joven María, que llega hasta Orán, repleta de refugiados hacinados en barcos fondeados en el puerto o en hangares. Al día siguiente será detenido y comienza su periplo por los campos de concentración franceses de Argelia y Marruecos.

Tras el desembarco aliado de noviembre de 1942, Manuel, ya conocido por su alias de Manuel Lozano, ingresa en los Cuerpos Francos de África y participa en la campaña de Túnez dándoles para el pelo a los Afrika Korps de Rommel hasta entrar en Bizerta en abril de 1943. Acabada la campaña al lado de otros españoles, entrará en el Regimiento de Marcha del Chad, paso previo a formar parte de La Nueve de la II División Blindada, una especie de Frente Popular integrado mayoritariamente por anarquistas además de comunistas, socialistas y algún republicano moderado como Amado Granell, al que todos respetan.

Embarcados rumbo a Gran Bretaña, tomarán contacto con el nuevo armamento y desembarcarán en agosto en Normandía, participando en los durísimos combates para liberar Alençon y Ecouché, siempre en primera línea como fuerza de choque. Y ahí, el primero de la fila a bordo de la tanqueta Los Cosacos, Manuel Pinto entra en París la tarde noche del 24 de agosto de 1944 para liberarlo. Y allí, durante los festejos de la liberación, conocerá a la que será su esposa, una francesa de origen letón con quien compartirá 50 años de su vida.

La guerra continuó para La Nueve hasta la liberación de Estrasburgo y llegar a orillas del Rhin. A partir de ese momento, un montón de condecoraciones y el olvido. La historia oficial de la France empezó a borrarlos sin mucho disimulo y aquellas vagas promesas de first we take Berlin, then we take Madrid, quedaron en agua de borrajas.



Manuel Lozano se instaló con su mujer en un cuarto piso de un viejo edificio del distrito XIX de Paris, trabajando de albañil y escribiendo en diversas publicaciones, sobre todo poesía. Tras la muerte de su esposa siguió paseando su figura alta, delgada y morena por el barrio, en el que era muy querido. No tuvo hijos y pasó los últimos años de su vida de residencia en residencia, hasta su muerte el 23 de febrero de 2000. Manuel, el chaval que cumplía 15 años el día que se proclamaba la II República, sigue representando a lo mejor de un país al que no pudo volver.

    DdA, XVII/4820    

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