martes, 6 de abril de 2021

LOS OTROS ENFERMOS

 


Vicente Bernaldo de Quirós


   Ahora que parece, supuestamente, que estamos empezando a ver el final del túnel de la pandemia del coronavirus, bueno es que los otros enfermos que padecen de enfermedades crónicas que han tenido que ser relegados en la atención sanitaria puedan empezar también a ver la luz y poder ser atendidos como hasta antes de la Covid 19 en los centros sanitarios públicos.
   Es verdad también que esto de la enfermedad vírica tiene sus correspondientes altibajos y mientras se da la impresión de que vamos mejorando, a la que menos se espera salta la liebre y un nuevo brote que hace escalar los contagios en nuestra región, Es difícil de erradicar este bicho, pero cuanto antes lo hagamos, los pacientes a los que antes me refería podrán respirar más tranquilos.
   Tampoco lo podemos fiar todo a las vacunas, de resultas de los casos de repetición de contagiados que lo estuvieron antes de la inoculación del fármaco y han vuelto a recaer. Son pocos, de momento, pero tenemos que estar ojo avizor a ver si se va a mutar el b icho de manera traicionera y nos va a poner más nerviosos todavía. Entre los astrazénecos )valga el neologismo) que han sufrido trombos, con más frecuencia de la que se dice, y los que han repetido contagio, con Sputnik V como el presidente argentino, o con una de las dosis que se manejan en la región para una profesora vacunada, lo cierto es que hay por ahí algún agujero negro que no termina de poner en orden la lucha contra la pandemia.
   Pero a lo que iba. Son numerosas las personas que reclaman una mayor atención personal en el control de sus enfermedades crónicas y cuando ven un cierto ahogo en su vida cotidiana están en duda si acudir a Urgencias o a su centro de salud, siendo conscientes de que la situación de atención primaria no es la idónea.
   A lo mejor me equivoco, pero desde la  Consejería de Salud y de los responsables médicos de cada uno de los centros de distrito existentes en Asturias sería bueno y saludable, además de equitativo y necesario, que se dieran las directrices precisas para que se pudiera atender con cierto sosiego a los pacientes de enfermedades graves y crónicas y mitigar las tensiones y ansiedades que puedan darse en estos enfermos.
   Como  cuentan algunos de ellos, conocedores del estado pandémico de las cosas, un ictus o un infarto no espera a que la sanidad asturiana mejore, sino que se presenta en el moento más inoportuno y muhas veces el protocolo a seguir para acudir al médico es complicado o se  are ce de la información precisa. En ocasiones, llamar a tu centro de salud requiere tiempo y paciencia y ante el advenimiento de un accidente vascular, el comunicando del teléfono sanitario pone todavía más nerviosos a quienes llaman.
   Ciertamente que mi caso es atípico, según pude contratar con otras personas, ya que en los, afortunadamente, pocos momentos en los que tuve que precisar de atención médica fui atendido rápido y en un tiempo razonablemente breve, mi médica de cabecera se puso en contacto conmigo. Pero que mi caso sea excepcional, no quiere decir que otros enfermos no requieran de una inmediata respuesta sanitaria. Los otros enfermos son tan importantes como los del coronavirus y se sienten un tanto relegados. Seguro que cuando la pandemia se vaya (si por fin se va) tendrán mejor asistencia, pero entretanto.....

DdA, XVII/4811

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