jueves, 15 de abril de 2021

¿HASTA CUÁNDO ESTAREMOS INERMES ANTE LAS INFAMIAS SOBRE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA?



Félix Población

Ayer en el Congreso de los Diputados, ante la recordación de la segunda República hecha por el Presidente del Gobierno con motivo del día de la fecha ("vínculo luminoso de nuestro mejor pasado"), el líder de la extrema derecha calificó de criminal al régimen político ("secuestrado por comunistas y socialistas") que instauró la democracia en España y trató de hacer este país más libre, más culto y más moderno. 

Con motivo de la publicación de su último libro (El gran error de la República), que salió a la calle hace un mes y que estoy leyendo con sumo interés por sus últimos capítulos, el historiador Ángel Viñas ha venido apareciendo estos días en varios canales de televisión y en algunos otros medios, coincidiendo, además, con el nonagésimo aniversario de la segunda República. 

Es natural que así sea pues estamos ante un autor español que ha sabido investigar a fondo ese periodo histórico a base de pruebas documentales contrastadas que hacen de su intensiva y exhaustiva labor una de las más sobresalientes por la fiabilidad de sus criterios. Enfrascarse en un libro de Viñas asegura, a quienes llevamos muchos años al pie de cuanto se escribe con conocimiento de causa y rigor sobre el régimen del 14 de abril de 1931, un tiempo de lectura tan provechoso como apasionante. 

Por eso y por la estima que le tengo al profesor madrileño, cuya pulcritud de estilo literario también es de celebrar, tengo muy en consideración lo que escribe hoy en el diario Público (dando respuesta en cierto modo a los despropósitos del líder ultramontano criado a pechos y chiringuitos del Partido Popular), cuando afirma que "nuestra democracia no está basada en el rechazo masivo de la dictadura que tantos años marcó sus antecedentes". 

Viñas cuenta al respecto la confesión que el canciller Konrad Adenauer le hizo a un periodista norteamericano a propósito del dilema al que se enfrentaba Alemania al término de la segunda Guerra Mundial: convertirse en un sistema plenamente democrático o hacer justicia y enfrentarse con un pasado algo más que negro: "Lo que no podía -escribe el historiador- era atacar simultáneamente ambos problemas. Él optó por la primera alternativa. La evolución subsiguiente abordó el segundo. El resultado está hoy a la vista". 

A continuación, Ángel Viñas se plantea una pregunta que debería inquietarnos a todos los demócratas, a la cabo de cuarenta años de democracia, y expone una conclusión con las que estoy totalmente de acuerdo: "¿Hasta cuándo el sistema público de enseñanza, la orientación del mismo, la actividad del Gobierno central y de las autoridades autonómicas condenarán a las nuevas generaciones de ciudadanos a seguir inermes ante los mitos, las distorsiones, las estupideces que se vierten casi diariamente sobre la República española y su pugna por no caer en brazos del fascismoEn los últimos cuarenta y cinco años -prosigue Viñas- hemos aclarado muchas de las parcelas más conflictivas del pasado. El sistema político no ha sabido distinguir adecuadamente entre quienes se batieron por la libertad y quienes la hollaron durante otro período de similar duración. Con independencia de lo que suceda en Francia el año que viene, los españoles deberíamos hacer un esfuerzo para tragarnos nuestros sapos y evacuarlos de nuestro sistema digestivo. Esperemos a los debates sobre el proyecto de ley de Memoria Democrática. Están a la vuelta de la esquina".

Léase@también: La dialéctica de los puños y las pedradas, por Antonio Maestre

    DdA, XVII/4819    

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