Julia Romon Hernández
Cuando Podemos salió yo llevaba más de 25 años votando a Izquierda Unida. No me cayó bien, pero esa antipatía no me impidió ver a la primera que era brillante. Con una retórica envidiable, muchísima dialéctica y diría que hasta una hermenéutica impecable.
Su programa era de izquierdas, pero no comunista, para nada. Te lo digo yo que soy marxista. Su programa era realmente una copia del de IU, pero con un discurso más cercano, más del pueblo, y al pueblo es al que se ganó. Como digo, no es comunista y en eso se diferenciaba de IU.
La prensa le alentó para contrarrestar al PSOE, pero, al igual que se le ha ido de las manos con los nazis, se le fue con él, e irrumpió en el panorama político como un tsunami. Eso ya no gustó tanto. No se le callaba, no se le compraba, era incómodo de narices. Aún así yo no voté a Podemos hasta que se convirtió en Unidas Podemos y no pude votar más a IU. No me quedaba otra opción.
Mi admiración por Pablo fue creciendo, como abogada reconozco a alguien brillante y con fluidez de palabra, no le pillas en una, no se reitera, hubiera sido un letrado fabuloso. Eso unido a su inteligencia y a una preparación que ya quisieran muchos, ha ido abriéndose paso en la evolución de mi opinión acerca de él. No me cabe duda alguna de lo que este hombre ha logrado sacarle a Pedro en el Gobierno, sí, te dirán muchas cosas pero yo sé lo que ha logrado, porque jamás un gobierno ha llevado a cabo políticas sociales como las que hemos visto aprobar. Jamás. Y si miento, me las enumeras.
Cuando Ayuso convocó elecciones pensé votar a PSOE. Era la mejor opción para parar a los nazis y yo ya estaba cansada de luchar contra los elementos. La mañana que escuché en el coche que Pablo dejaba su cargo, que se ha ganado, su acta de diputado, y bajaba a la arena a pelear una batalla que estaba perdida, recuperé la ilusión. Podíamos parar a los nazis, con él sí.
Mucha gente me pregunta por qué le voto si ni me cae bien. Afortunadamente no voto a nadie porque me caiga bien o mal, por supuesto. Le voto porque este hombre podría estar tranquilamente en su cargo de Vicepresidente, por el que lleva sufriendo más de un año el acoso a su familia, en su propia casa. Porque este hombre esta sufriendo desde hace años un brutal ataque, el más tremendo que jamás se ha producido contra un político vivo español por parte de prensa, tribunales y políticos. Porque este hombre tiene más agallas que ningún otro político vivo de este país. Porque no podéis asustarle. Porque no podéis comprarle. Porque no le vais a callar. Porque ha dejado la seguridad y comodidad de su puesto para luchar por la libertad, la verdadera libertad, la que el fascismo nos robará si no hacemos algo. Porque es antifascista. Este 4M yo no voto a Podemos. No, qué va. Este 4M YO VOTO A PABLO IGLESIAS. Le voto porque se lo merece como jamás nadie se ha merecido un voto.
DdA, XVII/4832
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