Félix Población
Leímos
no hace mucho que en Asturias, y más concretamente en Oviedo, se está gestando
un proyecto encomiable que aspira a lograr que aquella ciudad, y con ella
también aquella región, se conviertan en una especie de capital mundial de la
poesía que remede, en cierto modo, lo que el periodista Graciano García logró
en su día con la creación de la Fundación Príncipe de Asturias (ahora Princesa)
y sus renombrados premios internacionales.
Para
tan loable fin se cuenta con el apoyo entre otras instituciones, además de la de
Junta General del Principado, con la del Ayuntamiento de Oviedo que en enero
pasado presentó en sesión plenaria una proposición de ley con ese objetivo: que
Asturias sea capital mundial de la poesía. La proposición obtuvo el respaldo de
todos los grupos municipales por considerarla de sumo interés tanto para la
ciudad como para Asturias. A tal fin se proyectaría celebrar cada 21 de marzo
una jornada anual de la poesía.
Al
parecer esta iniciativa no solo ha sido muy bien acogida en Asturias, sino que
-a juzgar por las informaciones difundidas por los medios de comunicación
regionales- está teniendo mucha repercusión internacional, aunque todavía no
sepamos en qué va a consistir esa capitalidad. Lo que sí sabemos es que casi al
tiempo que esa primera jornada anual de la poesía del día de la primavera del
pasado 21 de marzo, Oviedo podría llegar a ser noticia por otra información por
la que esa ciudad tendría que sentir vergüenza, teniendo relación también la
poesía.
Una
organización de veteranos de guerra que combatieron con las tropas sublevadas
en 1936 (Hermandad de Defensores de Oviedo), junto al Partido Popular, recurrió en su día judicialmente la decisión
acordada por la coalición del gobierno del Ayuntamiento de Oviedo formada por
el PSOE, Somos Oviedo e Izquierda Unida de cambiar los nombres franquistas del
callejero de la ciudad. La actual presidencia del gobierno municipal (Partido
Popular y Ciudadanos) dictaminó hace unos días reponer los viejos nombres, basando
tal decisión en una cuestionada sentencia de un juzgado de la capital asturiana,
que consideró nulos los cambios de denominación llevados a cabo en 2019 por el
gobierno tripartito.
No sabemos si esta información llegará a gozar
del mismo carácter internacional del que al parecer disfruta la prevista
capitalidad mundial de la poesía, porque es muy posible que la mayoría de esos
nombres no le digan nada al universo mundo, pero quizá a los medios de
comunicación extranjeros no les suene demasiado bien que el nombre de Alférez
Provisional venga a sustituir el de Charles Darwin o que el nombre de Calvo
Sotelo [José], uno de los cabecillas de la conspiración contra la segunda
República que trajo consigo una guerra crudelísima y una brutal dictadura,
reemplace el de Federico García Lorca, el poeta más reconocido
internacionalmente, asesinado en su Granada por los vencedores de la Guerra de
España en agosto de 1936. El nombre del autor de “Yerma” sustituyó en enero de
2019 al de Calvo Sotelo por decisión del anterior gobierno municipal, siendo de
extrañar que hasta entonces García Lorca estuviera ausente del callejero de una
ciudad universitaria.
¿Llegará
con este motivo el nombre del poeta a ser noticia de algún importante medio
internacional en unos cuantos días? ¿No harán nada las instituciones europeas
ante semejante reconquista antidemocrática del callejero de aquella ciudad? ¿Se
podría llegar a concebir esto en algunas de las ciudades de países que como
Italia o Alemania padecieron sendas dictaduras, colaboradoras ambas en apoyar
durante la Guerra de España a la que se instauró en nuestro país? ¿Se puede
proyectar en Oviedo, con esa lacra en su callejero bien recientita, algo tan laudable
como podría ser esa capitalidad mundial de la poesía sin reparar en lo que
semejante agresión contra la memoria y la obra de uno de nuestros mayores
poetas implica sustituir su nombre por el de quien apostó por la sublevación
militar, bajo cuya violencia fue asesinado Federico García Lorca?
No
será muy oportuno para esa capitalidad mundial de la poesía que algún
corresponsal en España de algún diario internacional de prestigio pueda tener
en cuenta que el actual Ayuntamiento de la ciudad ha descolgado el nombre de
García Lorca de sus calles para reponer los nombres de la dictadura.
Puestos
a casar esa noticia con otra de interés nacional para cronistas foráneos, quizá
la prensa extranjera podría aprovechar la ocasión para reparar también en el gobierno
de la región de Murcia, donde aparte de comprar diputados naranjas para evitar
mociones de censura, el gobierno del Partido Popular ha comprado a los de la
extrema derecha con el mismo fin, dándoles la consejería de Educación y Cultura y de paso
plegarse a la censura parental, una excrecencia del nacional-catolicismo
reciclada por Vox que supone una flagrante vulneración del derecho de cada niño
o niña a una formación integral, entre la que se incluye la afectivo-sexual,
según recoge la Convención sobre los Derechos del Niño.
*Este artículo ha sido publicado hoy también en elsaltodiario.com
DdA, XVII/4795
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