lunes, 1 de marzo de 2021

EL PERFIL DE AZNAR SE REITERA EN LAS MENTIRAS



Félix Población

Parece ser que Évole llevaba mucho tiempo persiguiendo como pieza entrevistable al ex presidente del Gobierno que llevó a este país a colaborar en la invasión de un país extranjero, con la consiguiente y masiva masacre de su población civil. 

Puede ser que la propia resistencia de Aznar el de las Azores a ser entrevistado durante muchos años haya hecho de él un objeto de deseo para quien ha ganado nombre con algunas de sus interviús, pero creo que para buena parte de la España que salió a la calle para condenar aquella invasión la figura del ex presidente (1996-2004) no tiene ningún interés periodístico a estas alturas. 

La entrevista de anoche en La Sexta lo ha ratificado, porque este señor se va a mantener en sus trece hasta el fin de sus días y hasta que el viento avente sus cenizas por la meseta castellana, según confesó ayer a su entrevistador acerca de su destino post mortem. Nada ni nadie alterará lo que ha venido repitiendo como verdad incuestionable a lo largo de muchos años, sin un asomo de excusa por su parte: las armas de destrucción masiva que justificaron aquella invasión y que no existían, los terribles atentados a cargo de ETA en aquella atroz jornada del 11 de marzo de 2004 y que no fueron obra de ETA, y su irresponsabilidad ante la corrupción política en su partido, con doce de sus catorce ministros imputados. 

Volver a escuchar esto en la interviú con Évole no era como para prestar a su programa de ayer demasiado interés. De hecho, hay periódicos que han dejado sin reseñar estas cuestiones en su información sobre la entrevista y se han limitado a otros de más actualidad que tampoco brillaron por lo noticioso, a no ser esa velada alusión al rey padre por su falta de respeto a la institución que representa.

Aparte de eso, lo que más me llamó la atención de la entrevista fue el obsesivo celo que prestaron las cámaras al perfil tenebrista de Aznar y, sobre todo, las reiteradas tomas que se hicieron de la zona nasolabial de su rostro, como si lo más noticioso del ex presidente fuera ese fragmento facial desnudo del bigote que tanto se identificó con su cara. Ahora parece mucho más dura que antes, si cabe.

Léase@también: Las mentiras de Aznar. El expresidente sigue encallado en su cantinela de que los promotores de la mayor matanza terroristas ocurrida en España estaban aquí, no en desiertos remotos ni montañas lejanas. Artículo de Jesús Ceberio, director de El País cuando ocurrió el 11-M 

     DdA, XVII/4778     

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