Paco Faraldo
Aún sin comenzar la campaña electoral en territorio isabelino, ya empiezan a atisbarse algunos anuncios de lo que nos espera. Y, como de costumbre, son los voceros mediáticos de Ferraz quienes nos ponen en la pista.
El primer dato es la descomunal amplificación del vídeo de Mónica García en el cual, a una propuesta política de unidad, se responde con un catálogo de descalificaciones donde el proponente es retratado, entre otras lindezas, como machista redomado y teleadicto fantasioso. Cinco minutos después, el video ocupa la entrada de noticiarios y telediarios y Mónica es entrevistada urbi et orbi con la evidente intención de que siga dando caña, aunque ella sensatamente recula y evita insistir en el tema diciendo que es preferible hablar del futuro ¿Cuánto tiempo han dedicado los medios a la respuesta de las feministas de Unidas Podemos a la diputada de Mas Madrid?
Otro fenómeno en marcha es la canonización de Iñigo Errejón ante el ex-abrupto del cafre del PP recomendándole ir al médico. En las sesiones de control al gobierno se han oído durante los últimos meses enormidades de grueso calibre que si no hubieran sido emitidas bajo el aforamiento que proporciona el Congreso, habrían acabado en los tribunales. Y no ha pasado nada. Sin embargo, ahí tenemos el tsunami de solidaridad con Íñigo en los medios de comunicación. Muchos no se han limitado a censurar al bocazas del PP , sino que han aprovechado la ocasión para abundar en las virtudes de Errejón y contrastarlas con la afición a la bronca de su
ex amigo y ahora vicepresidente del gobierno.
Considerando, como decía al principio, que son los medios afines al PSOE los que han puesto mayor entusiasmo en la difusión y estiramiento de ambos incidentes, es lícito pensar que los socialistas dan por amortizado a su aturdido candidato y van a utilizar el grueso de artillería en favorecer a la candidatura de izquierda que les parece más asimilable.
DdA, XVII/4791
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