Félix Población
Algunos medios nos recuerdan
hoy los resultados obtenidos por Más Madrid y Podemos en las anteriores elecciones
autonómicas. El primer partido obtuvo veinte diputados y el segundo no pasó de
siete. También tienen en cuenta los resultados en los comicios generales de
2019, en los que Unidas Podemos duplicó de largo los votos obtenidos por Más
País.
La recordación viene a cuento
porque Mónica García, la candidata de Más Madrid a las próximas elecciones
autonómicas, pasó de su predisposición al diálogo con Pablo Iglesias -nada más
postularse este como candidato a la presidencia madrileña- a rehuir la unidad
de acción con el líder de Podemos para desalojar a la derecha extrema del
gobierno regional. Bastó una conversación de hora y media con su jefe -¿qué es
eso de consultar a las bases?- para que a la izquierda del PSOE no sea posible
una candidatura unitaria, previa consulta con los inscritos en los respectivos
partidos, según planteaba Iglesias.
Estamos, por lo tanto, ante una
continuación de lo que ocurrió tres meses antes de los anteriores comicios
autonómicos y municipales, cuando a la sombra de Carmena su ahijado optó por
romper Podemos y protagonizar la más sonada y al mismo tiempo encomiada de las
traiciones a un partido político. Es de lamentar en una diputada tan entregada
a la causa de la sanidad pública durante esta pasada legislatura como Mónica
Garcia, que algo de aquel sucio estilo se le haya contagiado al explicar ayer
en un vídeo por qué Más Madrid ha optado por no colaborar con Unidas Podemos en
un frente común contra el trumpismo.
“Las mujeres hemos demostrado con creces que sabemos frenar a la
ultraderecha sin que nadie nos tutele. No podemos sumar a la frivolidad de
Ayuso más espectáculo y más testosterona", escribió García en alusión a la
oferta del líder del Podemos. A lo que sumó su rechazo a “tutelas y golpes de
efecto” porque la Comunidad de Madrid no es una serie de Netflix. No parecen
estas declaraciones lo más coherente ni los más idóneo ante lo que se jugará Madrid esta primavera, máxime después de la predisposición
que mostró esta candidata nada más saber la candidatura de Iglesias y los
términos unitarios de entendimiento en que este planteó su proyecto, restañando viejas heridas.
Daniel Bernabé recuerda hoy en una columna que el 4 de mayo Más
Madrid no estará bajo la sombra tutelar de la alcaldesa Carmena para recolectar votos, ni que por
excelente que haya sido el papel que desde la oposición hizo Mónica Garcia eso garantice
el favor de electores, máxime cuando la candidatura de unidad a la que se niega
operaría como revulsivo –según mi criterio- para recuperar a los que se perdieron hace dos años por culpa de aquella escisión en el partido morado. La candidata de Más
Madrid no debería olvidar el caso del concejal Sánchez Mato, cuya magnífica gestión no fue reconocida en las urnas.
De momento, Mónica García, avalada por un trabajo ejemplar en la asamblea de Madrid, se ha equivocado deplorablemente con sus primeras declaraciones al explicar su rechazo a la candidatura unitaria. Huelen a testosterona tutelar y no casan con su inicial predisposición al entendimiento.
Léase@también: Primera encuesta: Unidas Podemos supera a Más Madrid.
Y también: Sin tiempo para el debate sobre cómo puede facilitarse ese trasvase de información a los movimientos sociales emergentes —especialmente sobre lo que no hay que hacer—, la pugna electoral de cara al 4 de mayo debe atender antes que a las luchas por el voto de los otros —convencer a las ya convencidas— al intento de recuperar el terreno perdido desde 2015, cuando “la izquierda del PSOE” consiguió casi 950.000 votos en las primeras generales a las que se presentó Podemos. Pablo Iglesias, Mónica García y la herida que no se cierra en Madrid, artículo de Pablo Elorduy en El Salto
DdA, XVII/4790
3 comentarios:
Muy bueno.
Gracias, amigo. Un abrazo cordial.
Me hace gracia que no veáis la vida en vuestro ojo, quién le ha citado a Pablo Iglesias para que se presente por Madrid? Quién es Pablo siendo el 4 partido para dar órdenes antes de hablar con nadie? Los mismo fallos de antaño se cree el ombligo del mundo y no respeta a ningún partido incluso al que ganó las elecciones, a dar órdenes que las hay en su casa si le dejan
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