lunes, 8 de marzo de 2021

A LAS MADRES, A LAS ABUELAS, A LA VIUDAS REPENTINAS SIN ADIÓS

Paco Faraldo

A las madres, a las abuelas de muchos de nosotros. A las que leyeron pocos libros porque no había tiempo, ganas o dinero, pero preservaron y nos transmitieron una sabiduría mansa y antigua que no supimos retribuirles... A las que ahora han perdido a un compañero que a veces fue también patrón o amo. A las que transformadas en viudas repentinas, les dicen que él ha muerto y no pueden verlo.

VIRUS/VIEJA

Fui la mujer sucia de besos
que se sentaba al borde de la cama
y te ofrecía la última caricia
antes de encaminarse hacia el lavabo.
Tú ya dormías
y había un niño tosiendo detrás de ese biombo,
creo que alguna vez nos escuchaba.
Fui la del huevo de cristal y el acerico,
la del remiendo invisible
en la culera del hijo,
la del cuartillo de aceite, el asperón
y manos arrasadas de lejía.
Fui la que esperaba si tardabas,
Fui la que callaba si encontraba
un cabello muy largo en tu camisa.
Hoy también esperaba
enhebrando la aguja en la luz de la ventana,
y al teléfono dicen que te has muerto.
Y que no vaya.

DdA, XVII/4783

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