domingo, 3 de enero de 2021

¿NO HAY ANTÍDOTO CONTRA LA MISERIA MORAL?**

 


Félix Población

Siguiendo el discurso de Albert Rivera, que después de caducar políticamente por inepto sigue hurgando en su descrédito con una mensajería tal como palotear que el actual Gobierno se publicita con la llegada a España de la vacuna contra el coronavirus, Casado también abunda en lo mismo, dando uno y otro ejemplo de la desgracia que acompaña a su país con una derecha tan mísera y también tan miserable de argumentos.

A ambos, al parecer, les ha molestado que el logo de Gobierno de España figure en los contenedores que transportaron tan valiosa mercancía desde Bélgica, como si a la mejor noticia del año hubiera también que ponerle reparos de algún tipo porque el destinatario de la misma sea el que la había pedido, aunque éste se excediera en las dimensiones de la pegatina.

Cuando todas las naciones del entorno europeo al que pertenecemos están celebrando esa luz de esperanza, el lidercillo del Partido Popular no ceja en sus críticas sistemáticas, alegando esta vez el exceso de propaganda gubernamental que se está dando con la llegada de la vacuna a España, y reprochando de paso al ejecutivo el sistema de distribución de las dosis. 

Igualmente, la presidenta de la Comunidad de Madrid se sirvió de la buena nueva en estas fechas cristianas de paz y amor que tanto la privan, para quejarse por el reparto de las dosis en lo que atañe a su región, que le parece bajo. Madrid recibirá, sin embargo, el 13,9 de las vacunas en España, porque su población es el 13,8 de la que tiene el país. Similar reparto poblacional es el que se ha hecho con el resto de comunidades autónomas.

Para colmar estas fatuas y falaces críticas, Pablo Casado tuvo la desvergüenza de contraprogramar el pasado martes la comparecencia del presidente del Gobierno haciendo balance del año con la suya propia ante los medios de comunicación a la misma hora, algo que en ningún otro país de Europa podría ocurrir ni  creo que ocurra jamás. Eso, además de mezquino por quien debería respetar al menos la escucha para fundamentar los reproches, denota una impudicia personal y una carencia de ética democrática notables, máxime  cuando se dan las actuales circunstancias de pandemia, que don Pablo siempre ha valorado como oportunidades para desgastar al Gobierno.

Mi amigo Goti del Sol, tan agudo como preciso en sus observaciones, me comentó hace días lo de las vacunas tal como se podrían glosar no pocos de los lamentables lances protagonizados por la derecha extrema en los pasados doce meses, acuciada siempre por parecerse a la extrema derecha, con la que compite temerariamente a confundirse: En aquel desventurado país la llegada de la vacuna era motivo de confrontación política. El virus de la miseria moral era muy poderoso y no se conocía antídoto.

*Si pongo entre interrogantes el titular es por no negarme a la esperanza, aunque todo parezca ir cada vez más en su contra.

**Publicado hoy también en La última hora

      DdA, XVII/4719     

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