Félix Población
Le auguro -por sus luces- larga vida como alcaldesa a Katrin Ortega, que lo es de la localidad malagueña de Parauta, en la Serranía de Ronda. Desconozco la suma del presupuesto público que los alcaldes más lumininiscentes del país destinan a las lucecitas navideñas, pero a juzgar por el empeño competitivo que ponen en ello algunos como los de Madrid y Vigo no debe ser poca.
A la alcaldesa Ortega le pareció que con lo que se podía gastar en luminarias de colorines bien se podía hacer un suculento regalo a las familias que habitan en la localidad, así que optó por ponerles en casa un jamón de pata negra y algo más para disfrute de sus 250 vecinos:
"Al principio únicamente decidí que este año no íbamos a poner las luces de Navidad porque hay cientos de personas que están muriendo, como consecuencia de la pandemia -dijo la alcaldesa-. Pero luego pensé que deberíamos hacer algo para alegrar a los vecinos estos días. Decidimos que tenía que ser algo que igualara a todos los vecinos del pueblo, a quienes se lo pueden permitir todo el año y a los que jamás podrían, que en mi pueblo son muchos . Y se me ocurrió lo del jamón de pata negra".
No tuvo que ir muy lejos, además, para adquirir los jamones, pues proceden de una empresa de la propia serranía rondeña. Junto bienquisto jamón, el lote incluía chorizo ibérico, salchichón ibérico, queso y vino de Ronda, todo ello repartido entre las familias censadas en Parauta.
Es seguro que el regalo ha satisfecho a todos y les va a sentar a todos muy bien, pues además de celebrar tan sustanciosamente las fiestas navideñas, lo harán convencidos de que su alto sentido cívico les ha permitido superar la pandemia del coronavirus sin un solo caso registrado, según escuchamos en un reciente telediario.
Está claro que además de las luces de su alcaldesa, los vecinos de Parauta han demostrado tener las suyas, sin falta de encender las navideñas. Salud y buen provecho.
DdA, XVI/4707
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