Formando parte de lo que ya está llegando a ser tradición entre aquellos periodistas cuyos medios (El Independiente) sobreviven a costa de su entrega a los poderes económicos que los financian -la persecución y jaque al vicepresidente segundo del Gobierno-, el diario de García Abadillo ha puesto en un brete a la Casa Real con una noticia en la que aseguró que la mismísima Corona trató de impedir la presencia de Pablo Iglesias en la delegación que acompañó a Felipe VI a Bolivia para la toma de posesión del presidente de aquel país, Luis Arce. Según esas fuentes, el vicepresidente segundo "se coló", dado que había sido invitado a título personal por Arce, algo que ha sido desmentido por la propia vicepresidencia de derechos sociales y que sólo con una mentalidad muy simple o muy sectaria se puede llegar a creer. La decisión para que Iglesias viajara la tomó el presidente del Gobierno, como es preceptivo. Ahora bien, si es cierto, como parece -según leemos en La última hora-, que la Casa Real no se atribuye las fuentes en las que se basa el diario de Abadillo para difundir esa información, ya está tardando el gabinete de comunicación de La Zarzuela en desmentirlas, sobre todo si -como parece- a la falsedad de la noticia se une lo mal que le ha sentado su publicación al Jefe del Estado. Como ese mismo malestar se lo habrá procurado el citado diario al Gobierno, el desmentido también debería compartirlo en este caso. Creemos que no ocurrirá. ¿Entonces?
PS. Ha sido noticia recientemente la detención de una madre y su hija por enfrentarse a la policía que custodiaba la vivienda del vicepresidente del Gobierno y la ministra de Igualdad en Galapagar (Madrid). El vídeo que ilustra ese incidente muestra las particularidades de ese enfrentamiento y también los gritos que esas dos ciudadanas daban llamando a la policía en su auxilio, como si otra policía pudiera socorrerlas.
DdA, XVI/4665
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