jueves, 26 de noviembre de 2020

EL ADMIRADO MARADONA Y SU ADMIRADO FIDEL



Félix Población

La atención mediática dedicada ayer y hoy al fallecimiento de Maradona desborda posiblemente todo lo que hasta ahora habíamos venido observando en el ámbito internacional con el mismo motivo. A la descollante personalidad deportiva del futbolista argentina  se le ha unida lo sorpresivo de la noticia, tal como suele suceder cuando un infarto es la causa de la muerte.

La existencia de Maradona desde que abandonó los terrenos de juego no era tampoco la más idónea para que tuviera una larga vida. Se apagó a los sesenta años de edad y dejó huérfano a su país de un mito que sobrevivirá al fallecido mucho tiempo. Tanto al menos como el que le quede al fútbol como el espectáculo de masas más seguido en el planeta.

Fuera de eso, la disparidad de opiniones sobre Maradona se centran en su mal ejemplo para los jóvenes como consumidor de droga y tipo fanfarrón y libertino, y en su sobresaliente valía como futbolista. Eduardo Galeano acertó al definirlo como "un dios sucio, el más humano de los dioses. Eso quizás explica la veneración universal que conquistó. Un Dios sucio que se nos parece, una síntesis ambulante de las debilidades humanas, o al menos masculinas: mujeriego, parlanchín, borrachín, tragón, irresponsable, mentiroso, fanfarón"

Maradona, en opinión del escritor uruguayo -que tanto admiró sus dotes con el balón-, pagó el precio de la fama que lo había salvado de la miseria y que, a la postre, lo hizo prisionero: La exitoína -dijo Galeano- es una droga muchísimo más devastadora que la cocaína, aunque no la delatan los análisis de sangre ni de orina”. 

Ayer y hoy todos los medios del mundo tienen páginas enteras y espacios preferentes en sus informativos dedicados a la muerte del gran futbolista, pero siendo una figura tan admirada son contadas las referencias que aluden a la gran admiración de Maradona por Ernesto Che Guevara, Fidel Castro o Hugo Chávez. Hace cinco años, cuando falleció Eduardo Galeano, el futbolista le dedicó estas palabras: "Gracias por luchar como un 5 en la mitad de la cancha y por meterles goles a los poderosos como un 10. Gracias por entenderme, también. Gracias, Eduardo Galeano: en el equipo hacen falta muchos como vos. Te voy a extrañar”.

El azar ha querido que Maradona falleciera el mismo día que lo hizo hace cuatro años Fidel Castro, a quien llevó tatuado en su admiradísima pierna izquierda, según se puede ver en la imagen.

Léase@también: Maradona sin autoengañarnos (El Salto)

       DdA, XVI/4680      

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