jueves, 22 de octubre de 2020

LA MOCIÓN DE CENSURA DE VOX Y EL 23-F



Félix Población

Ayer Pedro Sánchez se dirigió al líder de la oposición para que a la vista de la demagogia falaz y airada de Vox tuviera la decencia de recomendarle a su partido que votara en contra de una moción de censura miserable, coincidente con la cifra de un millón de personas contagiadas en España por el coronavirus. 

Es lo que cabría esperar de una derecha europea que no hubiera extraviado su camino desde que la extrema derecha le arrebató medio centenar de escaños y se hizo al mismo tiempo aliada en algunos gobiernos regionales y municipios. 

Hoy sabremos lo que decide votar el Partido Popular, cuyo silencio hasta ahora no es la mejor credencial precisamente para esperar que el suyo vaya a ser un voto negativo, aun habiendo sido al día de hoy testigo del espectáculo más nefasto ocurrido en el Congreso de los Diputados desde el intento de golpe de Estado de 1981. 

La retórica trumpista de Abascal y Garriga dejó muy atrás a la de Bolsonaro, Le Pen o Salvini en extremismo ultramontano. En lugar de la pistola de Tejero, ayer hicieron uso de la tribuna dos individuos que manejaron las palabras con el gatillo de la intolerancia, la falacia, la desfachatez, el racismo, la xenofobia y el resentimiento guerracivilista. 

Tal como no cupo abstenerse de la condena después de aquel esperpéntico 23-F de histórica vergüenza, no cabe ahora hacerlo ante este segundo episodio bochornoso protagonizado por quienes de seguro simpatizarían con aquello. 

PS. Podría parecer que el varapalo de Casado a Vox es una ruptura con la ultraderecha, pero lo que simplemente ha hecho el Partido Popular es evitar que lo confundan con tamaño despropósito, sin que se resienta su colaboración con la extrema derecha en los gobiernos regionales. El PP de Andalucía ha borrado un tuit de su cuenta oficial de Twitter en contra de Vox, que hizo posible allí el gobierno de la derecha.

Luiso García

    DdA, XVI/4646    

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