viernes, 9 de octubre de 2020

ESTADO DE ALARMA EN MADRID POR INCAPACIDAD (O ALGO PEOR) DE SU GOBIERNO

Félix Población

Después de que por tres veces se cambiaran las medidas sanitarias en la Comunidad de Madrid en menos de tres semanas, y tras la decisión ayer del Tribunal Superior de Justicia de anular las normas de restricción de movilidad acordadas por el Ministerio de Sanidad, al hartazgo e incertidumbre de los madrileños les aguarda hoy posiblemente la determinación del Gobierno de España de establecer el estado de alarma en esa región. 

No hay otra alternativa a estas alturas, ante la alta incidencia de la epidemia en Madrid y la incongruencia y falta de eficacia del gobierno autonómico en la gestión de la enfermedad, a la vista de un largo puente festivo que puede traer consigo cientos de miles de desplazamientos de los habitantes de esa comunidad a otras regiones del país. El Gobierno central no se puede permitir bajo ningún concepto que el virus viaje también de puente a otros puntos de España, entre los que está aquellos donde la incidencia del contagio es mucho menor porque sus respectivos gobiernos han tenido el acierto de actuar con más diligencia y efectividad. 

Pedro Sánchez le ha planteado a Díaz Ayuso que decida antes del mediodía de hoy una de las tres alternativas que le ha planteado el Gobierno: dictar una orden con las restricciones en virtud de la ley de salud pública, solicitar el estado de alarma por parte  del gobierno autonómico o que lo declare directamente el Gobierno de España. Este ultimátum se produjo después de que el Ejecutivo intentara reunirse  con el equipo de la señora Ayuso para concretar las medidas a implantar después de la anulación por el Tribunal Superior de Justicia  de la orden del Ministerio de Sanidad. 

Creo que el Gobierno central ha sido en extremo generoso y paciente con el gobierno regional de Madrid, cuya gestión sanitaria en primavera y ahora ha sido y está siendo desastrosa. Esta es una verdad incuestionable que proclama a gritos el número de fallecidos. Me gustaría saber la opinión de la jerarquía eclesiástica de Madrid, tan callada, ante la posibilidad de un estado de alarma que, de se hacerse efectivo, será por incapacidad (o algo peor) del gobierno autonómico.

      DdA, XVI/4633      

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