Félix Población
En repetidas ocasiones se le ha
escuchado al director y presentador de Al rojo vivo defender la profesionalidad
del director de Okdiario. Este señor, que tanto en La Sexta como en otros
canales cuenta con un micrófono para exponer su criterio, acaba de ser
procesado por una juez de la localidad de Collado-Villalba -junto a uno de sus
redactores- por el acoso a los hijos de Irene Montero y Pablo Iglesias,
ministra de Igualdad y vicepresidente segundo del Gobierno de la nación.
Ese acoso se centraba en la
cuidadora de los niños, hasta el punto de que ésta hubo de abandonar su empleo
ante la presión ejercida contra ella por un redactor del citado diario, cuyo
representante legal es el director del mismo.
El redactor se personó en
varias ocasiones en el domicilio de la cuidadora, al objeto de obtener
información tanto sobre ella como sobre su trabajo, abordando además a los
vecinos del entorno para ese mismo fin y llamando repetidamente por teléfono.
Eso hizo que la cuidadora limitara primero la salida con los niños, que
Iglesias y Montero dejaban cada día en su casa, y que finalmente optara por
poner punto final a su cometido.
La jueza considera
que los hechos pueden ser constitutivos de un delito contra la libertad, artículo
172 del Código Penal, donde se dice que "será castigado con la pena de
prisión de tres meses a dos años o multa de seis a veinticuatro meses el que
acose a una persona llevando a cabo de forma insistente y reiterada, y sin
estar legítimamente autorizado" y con ello "altere gravemente el
desarrollo de su vida cotidiana".
Quienes alguna vez ejercimos el periodismo y acabamos por desertar de sus miserias, sabemos que ese tipo de profesionales son los que han contribuido a situar el periodismo español muy a la baja en su credibilidad y valores deontológicos. Puede que Ferreras llame también a ese deleznable proceder periodismo de investigación y que a su canal lo siga calificando como “más periodismo”, pero tanto él como La Sexta se retratan defendiendo y contando en sus programas con sujetos de esa estofa, procesados por acoso de menores.
*Artículo publicado también en El Salto.
DdA, XVI/4620
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