Félix Maraña
Señor
Presidente del Gobierno de España, dos puntos:
La
presente es para comunicarle que la ciudadanía no es ejemplar. No perdamos el
tiempo, que ya hemos perdido 80 años: 40 años de franquismo, que hicieron de lo
suyo, y 40 años de democracia, que no han hecho lo que había que hacer. Sé que
usted, como el resto de los políticos que están en campaña (expresión que me
parece de ínfula militar, no civil), procuran ser torpemente prudentes, para no
cabrear al personal, porque el personal cabreado se malea, y siempre vota al
contrario. Pero a los ciudadanos hay que decirles que no son ejemplares. En
España, no nos engañemos, la gente (ponga usted el tanto por ciento), la gente
actúa para joder; es un país de gente cabreada o necia, gente que se queja de
todo, que no sabe reivindicar, sino quejarse, y ahora me dirá usted que no hay
que exagerar. Mire usted cómo se comporta la gente en la calle. No hay un 10 %
de ciudadanos que lleven mascarilla. Y eso es ser muy generoso en el recuento.
Como
quiera que soy positivo y no soy español cabreado (tampoco me queda más opción
que ser español), sino ciudadano indignado, le propongo, ya que yo no podré
verlo, que proponga usted la revolución educativa que estos 40 años de
democracia han ignorado por completo: Se trata de invertir, para mejorar, poner
al día y fijar como valores de Educación, Cultura y Desarrollo Civil y Moral el
programa Pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza.
Si no
conoce usted ese tramo de nuestra historia, le pregunta a Manuel Castells,
mejor que a Celaá, si le parece, y lo resuelve en un cuarto de hora.
Porque
ustedes, señor Presidente del Gobierno de España, señoras y señores diputados,
en estos 40 años de democracia, se han dedicado a fabricar especialistas,
estrategas, militantes, gente hecha para obedecer en la fe correspondiente de
las siglas, leales, votantes, domesticados, sumisos, gentes muy guapas pero con
pésima ortografía. Y se han olvidado de algo fundamental en la vida e historia
de una Comunidad: Educar, fabricar Ciudadanos como ciudadanos, no como
votantes. Ciudadanos críticos, con conciencia civil, personas solidarias,
participativas, conscientes de que su ser individual no puede desarrollarse sin
el concurso de la comunidad.
Nuestra
Universidad, se ha dedicado a licenciar especialistas en esto y en aquello y,
al mismo tiempo que hemos dado a nuestros jóvenes el título de especialista,
les hemos regalado, al mismo tiempo, el título de ignorantes en todo lo demás.
Incluso a algunos les hemos enviado los títulos a casa, gratis.
No le
entretengo más: se trata de asumir los principios de renovación pedagógica de
la Institución Libre de Enseñanza, que yo le puedo enviar, resumidos, si los
precisa.
Necesitamos
25 años, como mínimo, para ver resultados.
Gracias
por su atención.
Reciba
un cordial saludo de este que lo es.
Ciudadano
del País de la Zurriola.
P. S.:
Si usted viene por el País de la Zurriola, y quiere que le enseñe lo mejor y lo
peor de nosotros, me avisa. Sabe usted que los militantes lo acorralan, le
aplauden y no le dejan ver los contornos. Por supuesto, la ronda la pago yo. Y
que sepa que los vascos hemos ganado la Liga de Baloncesto y hemos salidos a la
calles de Vitoria Gasteiz como cuadrillas de borrachos necios, y muy
ejemplares, según su gobierno. He escrito una letrilla de muy mala leche, por
no decir mala hostia, pero a un presidente del un gobierno rojo hay que
hablarle con respeto. S.Q.E.S.M.
DdA, XVI/4546
1 comentario:
Este es el curso correcto porque la educación es la única forma de desarrollo.
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