lunes, 8 de junio de 2020

CUANDO SE HABLA DEL ODIO CON EQUIDISTANCIA




Félix Población

Suelo leer casi todos los días uno de los periódicos que creo están ahora mismo a la cabeza del periodismo nacional. Se trata del diario La Vanguardia, que durante la dictadura se llamó La Vanguardia española y que ahora cuenta con un plantel de articulistas muy interesante y variado. 

Entre ellos está Antoni Puigverd, que en la edición de hoy nos habla del odio con equidistancia (La deserción), a partir de la encuesta en la que el 85 por ciento de los españoles considera que la actitud de algunos políticos puede poner en peligro la democracia. 

Digo con equidistancia porque, sin entrar en las consideraciones que establece el articulista sobre el reparto de odios en la Guerra Incivil –no entra Puigverd en el que solo corresponde a los vencedores fusilando y encarcelando a los vencidos al paso alegre de la paz-, pareciera que el 85 por ciento de los ciudadanos estimara que el odio está repartido también en este caso entre las izquierdas y las derechas. O sea, entre los políticos que forman parte de un gobierno democrático y quienes lo apoyan, y los político de la oposición, formada por una derecha trina. 

Eso no es así, como bien demuestran las hemerotecas, porque hasta ahora el discurso del odio solo ha estado presente   en una parte de esa derecha (Partido Popular y Vox), como también podrá constatarse en el libro de sesiones. Los partidos en el gobierno no han dejado de tenderle la mano al primero de los partidos para que evite ser una excepción en la derecha europea con su miserable actitud de servirse de una tragedia nacional para atacar y desestabilizar al gobierno.

Como además esa estrategia ya la siguió el Partido Popular en 2004, durante el primer gobierno de Rodríguez Zapatero tras los atentados del 11-M, me parece que Puigverd -al no tener tampoco en cuenta esto último- ha extremado su equidistancia sobre los odios vigentes por partir de una equidistancia inasumible acerca de la Guerra Incivil. Ni en febrero de 1936, ni en los comicios del 14 de marzo de 2004, ni en los del pasado mes de diciembre ha sabido perder la derecha española. Ya va siendo hora de que aprenda, ¿no?

Siempre que aflora un equidistante del tipo que comento, recuerdo a quien nunca tuvo esa debilidad y su compromiso se mantuvo incólume hasta el triste final de sus días en el exilio. No hace mucho se descubrió un artículo de Antonio Machado publicado en el diario El Sol el 9 de febrero de 1937, que el poeta dedicó a Madrid, en honor a la defensa que la ciudad hizo de la segunda República contra el fascismo: "Como supremo resorte de combate -escribió-, el amor a una causa es mucho más fuerte que el odio a los adversarios a ella. He aquí la gran lección que el frente de combate dicta a la retaguardia. Es la lección de Madrid, que todos debemos aprender. Y si preguntáis: ¿Es que esos hombres heroicos, que a tan crueles enemigos combaten, no dudan de la victoria? Yo no vacilaría en contestaros: Lo propio del heroísmo no es la seguridad del triunfo, sino la ferviente aspiración a merecerlo".



     DdA, XVI/4522    

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