jueves, 16 de abril de 2020

VOX, CONTRA LA SANIDAD PÚBLICA




Félix Población

Aunque la demoscopia asegure que la ultraderecha en España está ya en su techo electoral, la última encuesta recientemente publicada por eldiario.es da a ese partido casi sesenta diputados (58), seis más que los logrados en las últimas elecciones generales. 

No me consuela lo del techo, sobre todo si se tiene en cuenta que el sondeo se realizó durante la epidemia que sufre el país, en la que estamos asistiendo a una encanallada y vil actitud por parte los representantes de ese partido. Conviene recordar, asimismo, a fin de comentar la viñeta de Álvaro Noguera, lo que quienes difaman al Gobierno de la nación mantienen respecto a la sanidad pública: 

"Vox quiere aprovechar el estado de alarma para acabar con la sanidad pública y propone que, durante la vigencia del mismo los inmigrantes irregulares que acudan al mservicio sanitario tengan que abonar una contraprestación o suscribir un convenio con el pago de la correspondiente cuota. Una medida de este tipo provocaría que los inmigrantes irregulares afectados por el coronavirus no hicieran uso de la sanidad por temor a tener frente al coste de la prueba o del tratamiento de la Covid-19. Además, el partido de la ultraderecha quiere que se prorrogue mientras dure el estado de alarma la estancia de los extranjeros irregulares en los centros de internamiento, limitada por ley a 60 días, y que se le expulse de España al finalizar el mismo, aunque no dice adónde".

Lamento que ayer el vicepresidente de Asuntos Sociales no tuviera en cuenta esta información, publicada en el diario El País el pasado 14 de marzo, cuando la secretaria del grupo parlamentario de Vox, Macarena Olana, volvió a creer que el más grave problema vivido por este país desde la guerra que la ultraderecha y una parte del ejército a su servicio provocaron hace más de ochenta años estaba en Venezuela, algo que sería risible si semejantes soflamas no se propalaran en las circunstancias que vive España.

Conviene recordar a los españoles, en ocasiones como la de ayer, alternativas como la planteada por Vox para los inmigrantes irregulares y los efectos colaterales que tendrían esas "fechorías", dado que el otro día doña Macarena tuvo la inverecundia de acusar al Gobierno de "aplicar eutanasias masivas". ¿Se imaginan el panorama que ofrecería ahora España, con una política sanitaria como la esbozada, si la derecha extrema y la extrema derecha gobernaran el país?

PS. "Los políticos no pueden dar más miedo que el virus", comentaba el Premio Nobel de Economía Finn Kydland en una interesante entrevista publicada ayer miércoles en La Contra del diario La Vanguardia

      DdA, XVI/4467    

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