domingo, 26 de abril de 2020

NI HÉROES NI HEROÍNAS: TODOS VÍCTIMAS DE UN SISTEMA CRUEL E INJUSTO


Pablo Álvarez

No me gusta el coaching, tampoco las frases tipo Coelho o Mr Wonderful, el autoengaño no es lo mío, que le voy a hacer.

Puede que haya a quien esto le funcione, pero no es mi caso. Siempre he creído que esta tendencia a refugiarse en la frase bonita y al eslogan motivador, no es más que un método para aliviar la conciencia. Un pensamiento que se ha reforzado durante esta pandemia, al ver como a las frases hechas les hemos añadido toques bélicos, heroicidad impuesta, aplausos y mucha hipocresía. Puede ser que yo sea el equivocado y que el árbol de mi escepticismo me impida ver el bosque. Puede que sea eso, porque hay cosas que me cuesta entender.
Hay quien grita que todo va a salir bien, o quien afirma que vamos a ganar esta guerra, pero no, no es así. La vida me ha enseñado que en las guerras siempre se pierde, que en un conflicto bélico nada sale bien. Lo siento mucho si alguien se molesta, pero donde unos ven épica y heroicidad, yo solo veo víctimas.
¿Qué puede salir bien con casi 23.000 muertes? Nada, absolutamente nada.
Hablamos de heroínas y héroes cuando todas las personas que están, estamos, luchando contra este virus, somos víctimas.
Víctimas de un sistema cruel y terriblemente injusto que nos ha postrado a los pies de los caballos. Las heroínas y los héroes no cruzan los campos de kriptonita desnudos, no transitan por ellos protegidos con batas hechas con bolsas de basura y mascarillas de papel cebolla.
A las heroínas y a los héroes no se les hace trabajar en precario, desprotegidos, sin medios. No se les despide, no se les recorta el sueldo, no se les arrebatan sus derechos, no se les desprestigia cuando los defienden.
Aquí no hay héroes ni heroínas, aquí hay currantes dándolo todo, trabajadoras y trabajadores que seguiremos ahí cuando la ciencia logre controlar el virus. Y cuando lleguemos a este punto, que ojalá sea pronto, harán falta conciencia, memoria, lucha y solidaridad, todo lo que nos ha faltado durante los últimos años, todo lo que es necesario para que, cuando haya que enfrentarse a una nueva amenaza, podamos hacerlo en igualdad de condiciones.
Pero podéis apostar que no será así, cuando nos haga falta apoyo y fuerza, volverán la hipocresía y el egoísmo. En ese punto, habrá muchas y muchos que, de forma voluntaria, elegirán confinamiento y seguirán quedándose en casa. Los aplausos de ahora darán paso a los insultos de antaño, y quiénes ahora reciben ovaciones, volverán a ser privilegiados, radicales y antisistemas. Es nuestro sino, pero no nos rendiremos, porque si algo hemos aprendido es que las guerras no se ganan, pero quién lucha nunca pierde.

    DdA, XVI/4477    

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