Juan Ignacio González
EL SUEÑO DE LOS NADIES
Para Julio Obeso
He oído caer sus lágrimas en los aguamaniles.
Mi madre es un poema sobre un mantel de cuadros.
En la vieja cocina,
caldea con la leña las vísperas del día.
Mi madre es un poema sobre un mantel de cuadros.
En la vieja cocina,
caldea con la leña las vísperas del día.
Padre espera a la noche
para depositar junto a los lechos
el calor del abrazo.
Él es la viva imagen de un cristo desolado.
para depositar junto a los lechos
el calor del abrazo.
Él es la viva imagen de un cristo desolado.
Con las manos ajadas construyen la guarida
en donde todo invierno se tornará esperanza.
en donde todo invierno se tornará esperanza.
Oh si, vernos crecer cercanos al deseo,
libres, sin el pecado de haber pasado hambre.
libres, sin el pecado de haber pasado hambre.
DdA, XVI/4459
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