lunes, 10 de febrero de 2020

LA MEMORIA DE BILLY EL NIÑO

Billy el Niño alternando en una comisaría de nuestros días

Félix Población

El PSOE y Unidas Podemos (UP) sumaron los votos el pasado martes en la Junta de Portavoces del Congreso de los Diputados para evitar que el currículum de Billy el Niño se hiciese público. Se basaban para ello en un informe de los letrados de la Cámara que no aconsejaba su difusión. Horas después, el grupo confederal de UP se retractó y atribuyó su postura a un error. 

Casi al tiempo, la Vicepresidencia de Derechos Sociales encargó un estudio a un grupo de juristas sobre la legalidad de publicitar el susodicho currículum. Al parecer, no hay norma alguna que lo impida, pues prevalece el derecho a la información -en atención al interés público- frente al derecho a la intimidad. 

El Diario así lo ha entendido, ofreciendo en su edición de hoy la exclusiva de ese documento, en el que consta el historial de un funcionario que, a pesar de haber ejercido como represor y torturador de aquellos ciudadanos que lucharon en este país contra la dictadura franquista, fue distinguido por sus servicios, de modo que por ese historial fuera compensado económicamente durante su jubilación. Billy el Niño, González Pacheco, sigue al día de hoy con las medallas que le reportan esa compensación. 

Entiendo como una burla más al conocimiento de nuestra historia reciente que, además de lucir esas medallas todos los meses en su cuenta corriente a costa de todos los ciudadanos de este país, a ese sujeto se le puede permitir la gracia de ocultar el ignominioso memorial en que se basan esas distinciones. Con episodios como este se sigue atentando flagrantemente contra la memoria democrática, la única que cabe distinguir en un país democrático.

               DdA, XVI/4403               

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