VOX SIN VOZ EN LAS PLAZAS

Félix Población

Si se tiene en cuenta los tres millones largos de votos cosechados por la ultraderecha en la últimas elecciones generales -después de haberle permitido esa oportunidad el gobierno en funciones de Pedro Sánchez con la reptición de los comicios-, las manifestaciones convocadas ayer en muchas ciudades de España por Vox fueron un rotundo fracaso, con casos tan manifiestos de asistencia precaria como el de Teruel, donde tantas e intolerables amenazas se perpetraron contra el diputado de "Teruel existe". 

Salvo en la capital del reino -tampoco sin destacar-, la cita en pro de "España existe" no se saldó con la concurrencia que cualquier otro partido con similar número de escaños (52) hubiera obtenido y que esta vez no contó con el apoyo de la derecha radicalizada por Vox, sin duda porque aquella cita de la foto de Colón le salió muy cara tanto al Partido Popular como a Ciudadanos. En el segundo caso, casi se podría asegurar que el partido liderado provisionalmente por Arrimadas está muy cerca de su extinción, como consecuencia de su extravío montaraz.

Se podría pensar, a la vista del poco éxito de las manifestaciones celebradas ayer en muchas capitales de provincia por la extrema derecha, que esa falta de respuesta reconduce hacia la excepcionalidad los logros electorales de Vox. Esos 52 escaños son más volátiles de lo que ya pensábamos y puede que a ello haya contribuido el lamentable papel ultramontano protagonizado por Vox en la pasada sesión de investidura, en la que compitió en radicalismo asilvestrado con el líder del Partido Popular. 

No es una mala noticia que a Vox lo deje sin voz en las plazas la sociedad española de nuestros días. Debería servirle de orientación al Partido Popular para que determinados liderazgos y extremismos fuera desalojados de su trayectoria. El ejemplo de Rivera lo deberían tener en cuenta Casado y Arrimadas.

                DdA, XVI/4377