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Sadio Mané, estrella del Liverpool,
ha dado una importante lección de humildad para todos sus compañeros
que ganan exorbitantes sueldos y gastan de manera indiscriminada en
lujos sin sentido. En conversación con el medio nsemwoha.com,
el senegalés señala que es consciente de lo mucho que le costó llegar
al lugar donde está y precisó que los bienes materiales no son lo más
importante para él.
El
atacante de los Reds, quien tuvo una infancia dura y vivió entre la
pobreza extrema, indicó que no pierde el tiempo en discotecas, ni juega a
la Play Station.
“¿Para qué quiero diez Ferraris, 20 relojes con diamantes y dos aviones? ¿Qué haría eso por el mundo?” , se pregunta el internacional senegalés. “Yo
pasé hambre, trabajé en el campo, sobreviví a tiempos difíciles, jugué
descalzo y no fui al colegio. Hoy, con lo que gano puedo ayudar a la
gente” , aseveró el futbolista.
Asimismo, Mané resaltó que, para él, más importante es lo que pueda hacer por Sédhiou, el pueblo en el que nació.
“Prefiero
construir escuelas, un estadio, proporcionar ropa, zapatos y alimentos
para personas en extrema pobreza. Además, doy 70 euros al mes a todas
las personas en una región muy pobre de Senegal para contribuir a su
economía familiar”, precisó.
DdA, XV/4331
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