Lazarillo
De veras creía que a José Manuel García Margallo le iban otras querencias que no fueran hacer seguidismo de Vox. Presuponía al exministro de Asuntos Exteriores y hoy eurodiputado del Partido Popular una cultura política mucho más madura. No lo parece, a juzgar por la carta que publicó ayer viernes en el diario ABC llamando a su partido a ofrecer a Sánchez un Gobierno de
"salvación nacional" para evitar que los "comunistas" y los
"bolcheviques" del partido de Pablo Iglesias estén en el Gobierno. "Como
la historia de Ciudadanos demuestra, un partido solo es grande cuando
responde eficazmente a las aspiraciones de sus simpatizantes. Y si algo
es claro es que nuestros electores quieren, sobre todo, tres cosas:
España, libertad y bienestar económico". Asegura Margallo que estas aspiraciones
están en peligro "si se consolida la alianza
socialista-comunista-secesionista".
Me parece oportuna para la ocasión y el talante exhibido por el mencionado esta respuesta a tiro de una actualísima y recomendable lectura: "En 1893 era gobernador militar de la guarnición de Melilla el general Juan García Margallo, que había iniciado obras de fortificación en un suelo que las tribus bereberes locales consideraban sagrado. Despues de que profanaran la tumba de un santo rifeño, seis mil cabileños atacaron Melilla el 3 de octubre. Fueron rechazados por la artillería, que destruyó una mezquita y dio paso a que el inicial conflicto desembocara en una yihad, que obligó a mandar refuerzos desde España. Después, un error estratégico del general Margallo ocasionó numerosas bajas a las tropas españolas en un combate en el quéemismo resultó muerto. Se rumoreó que lo había matado a tiros con su propio revólver un joven teniente llamado Miguel Primo de Rivera, que en 1923 se proclamaría dictador. Al parecer, Primo de Rivera estaba indignado por el hecho de que los rifles Remington con los que atacaron los rifeños se los hubiera vendido García Margallo. No se encontraron pruebas del asesinato, pero el rumor pone de manifiesto el convencimiento mayoritario, plenamente justificado, de que la administración militar era corrupta".
Paul Preston: España de 1874 a 2014. Un pueblo traicionado. Corrupción, incompetencia política y división social. Interesantísimo libro que este Lazarillo está leyendo con gusto y lapicero, como merece un obra tan necesaria y profusamente documentada para entender la España de hoy. Ed. Debate, 2019.
DdA, XV/5340
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