Lazarillo
Hace unas semanas fue homenajeado por el club, con motivo de sus cien años de vida, el socio número 1 del Sporting de Gijón, afiliado a esta histórica entidad futbolística -tan entrañada en la vida sentimental de los gijoneses- en 1938, durante la guerra que soportó este país a lo largo de tres años (15 meses en Asturias). Miguel Fanjul llegó a ser directivo del citado club en los mismos años en que este Lazarillo era socio infantil. Quiere esto decir que cuando el Sporting de Gijón ascendió por primera vez a primera división en 1944 y el club se llamaba Real Gijón por aquello de evitar vocablos anglófonos nada gratos al viejo régimen, Miguel Fanjul había cumplido 21 años, por lo que es factible que en su memoria pueda tener todavía la imagen de la celebración que vivió la ciudad en la entonces llamada Plaza de José Antonio Primo de Rivera (de Fermín Galán durante la segunda República), con la muchedumbre arremolinada en torno posiblemente a los protagonistas del éxito deportivo. No eran muchas las celebraciones que podía disfrutar entonces el vecindario, en plena primera época de la más dura posguerra y cuando el régimen franquista preveía ya con recelo la caída de las dictaduras que le habían respaldado para ganar la guerra. Para quienes tengan curiosidad en saber el equipo con el que debutó el Real Gijón en esa categoría, ahí van algunos de los nombres que integraron la plantilla en esa primera temporada en la máxima categoría y que aparecen en la imagen del primer partido de liga celebrado frente al Español (nada de Espanyol) en el campo de Sarriá (nada de estadio) el 24 de septiembre del mismo año: Gundemaro, Cholo Dindurra, Adolfo, Ceballos, Sión (Sionín), Cervigón, Tamargo, Domingo, Lerín y Tamayo (Tamayín), que luego sería masajista del equipo, casi veinte años después, cuando prendió de niño mi afición sportinguista, por la que este Lazarillo hace hoy memoria.
DdA, XIX/5.363
No hay comentarios:
Publicar un comentario