Durante muchos días, el asesinato de Federico García Lorca en Granada, perpetrado por los vencedores de la Guerra Civil, fue ignorado en los periódicos republicanos al estar rotas las comunicaciones como consecuencia de la ocupación de la ciudad por parte de las tropas sublevadas en julio de 1936. Habrán de pasar casi dos semanas hasta que El Diario de Albacete da como posible la noticia en la España leal. Allí residía el amante del poeta.
Félix Población
Las dos últimas entrevistas con Federico García Lorca
que se publican en la prensa madrileña aparecen en el diario vespertino La
Voz, el 7 de abril de 1936, y en el diario El Sol el 10 de junio de
ese mismo año. En la primera afirma el poeta: "El mundo está detenido ante
el hambre que asola a los pueblos. Mientras haya desequilibrio económico, el
mundo no piensa. Yo lo tengo visto. Van dos hombres por la orilla de un río.
Uno es rico, otro es pobre. Uno lleva la barriga llena, y el otro pone sucio el
aire con sus bostezos. Y el rico dice: ‘¡Oh, qué barca más linda se ve por el
agua! Mire, mire usted el lirio que florece en la orilla’. Y el pobre reza:
‘Tengo hambre, no veo nada. Tengo hambre, mucha hambre’. Natural. El día que el
hambre desaparezca, va a producirse en el mundo la explosión espiritual más
grande que jamás conoció la humanidad. Nunca jamás se podrán figurar los
hombres la alegría que estallará el día de la gran revolución. ¿Verdad que te
estoy hablando en socialista puro?”
La segunda interviú no se la hizo a García Lorca
un periodista del diario El Sol, sino el gran ilustrador y caricaturista
Lluís Bagaría (1882-1940). Tal como se puede leer, discurrió en un clima
distendido y jovial -entre bromas y veras- que no hacía prever los graves
acontecimientos que se iban a suceder a partir del mes siguiente con el
alzamiento militar protagonizado por el general Franco en Melilla, en unión de
otros generales felones en distintos puntos de España. Mucho menos
previsible era el asesinato por parte de esos mismos militares, el 18 de
agosto, en su ciudad natal, del autor de Bodas de sangre, que había
llegado a Granada unos días antes del golpe militar.
Tal como se dice en los sumarios que acompañan al
titular de El Sol, Federico García
Lorca habla sobre la riqueza poética y vital mayor de España, en la
interviú se hace una reivindicación intelectual del toreo, se habla de las
diferencias entre el cante gitano y el flamenco, y también de conceptos tales
como el arte por el arte y el arte por el pueblo. Sobre esta última
cuestión le pregunta Bagaría en cuál de los dos cree, a lo que responde
Federico: "A tu pregunta, grande y tierno Bagaría, tengo que decir que
este concepto del arte [por el arte] es una cosa que sería cruel si no fuera,
afortunadamente, cursi. Ningún hombre verdadero cree ya en esta zarandaja del
arte puro, arte por el arte mismo. En este momento dramático del mundo, el
artista debe llorar y reír con su pueblo. Hay que dejar el ramo de azucenas y
meterse en el fango hasta la cintura para ayudar a los que buscan las azucenas.
Particularmente, yo tengo un ansia verdadera por comunicarme con los demás. Por
eso llamé a las puertas del teatro y al teatro consagro toda mi
sensibilidad".
En el transcurso de la entrevista, caricaturista y
poeta se hacen mutuas preguntas acerca de sus respectivas actividades. De las
que Bagaría le hace a Lorca creo que hay dos de suma importancia. En un caso le
pregunta: "¿Tú crees que fue un momento acertado devolver las llaves de tu
tierra granadina?". A lo que Federico contesta con una dura alusión
a la burguesía de su tierra, en la que dos meses más tarde sería asesinado y
que algunos autores consideran tuvo su influencia en el crimen, habida cuenta
la importancia de lo que se publicaba en uno de los mejores diarios del país:
"Fue un momento malísimo aunque digan lo contrario en las escuelas. Se
perdieron una civilización admirable, una poesía, una astronomía, una
arquitectura y una delicadeza únicas en el mundo para dar paso a una ciudad
pobre, acobardada; a una “tierra del chavico”, donde se agita actualmente la
peor burguesía de España".
Última fotografía del poeta
La siguiente cuestión se refiere a la patria y al
patriotismo, acerca de lo cual responde García Lorca: "Yo soy español
integral, y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; pero
odio al que es español por ser español nada más. Yo soy hermano de todos y
execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el
solo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está
más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la
médula; pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde
luego, no creo en la frontera política".
La familia del poeta en Granada tuvo noticia de la
muerte de García Lorca la misma tarde del día de su asesinato, que aunque no se
hizo público se difundió de inmediato por la ciudad, sobre todo porque los matones
hicieron enseguida ostentación del crimen. Un miembro de la escuadra ejecutora,
acompañado por otros compañeros del pelotón, se presentó en casa de la familia del
poeta con una nota firmada de puño y letra por Federico: "Te ruego
papá que a este señor le entregues 1.000 pesetas como donativo para las fuerzas
armadas". El padre pagó religiosamente pensando que así
salvaba la vida de su hijo, pero -como cuenta Ian Gibson-, a poco de marcharse
los militares, el chofer de la familia, que había estado hablando con los
soldados, le informó que el crimen ya se había realizado y como prueba se
aportó un paquete de Lucky Strike, la marca de tabaco que fumaba Federico.
El asesinato, sin embargo, en Granada, su Granada (Antonio Machado) tardará más de tres
semanas en conocerse en Madrid. La ciudad andaluza estaba siendo asediada por
las tropas republicanas y las comunicaciones se encontraban interrumpidas. En
el diario El Sol se llega a publicar ese mismo día un titular dando por
inminente la posibilidad de la caída de Granada. En una crónica de ese
periódico podemos leer que la Alhambra no había sufrido daños, pero sí el
palacio de Carlos V como consecuencia de los bombardeos. También leemos que la
vida en el interior "trascurre trágicamente sin esperanza de romper el
cerco que a la capital tienen puesto los leales. De noche -se afirma- es un
cementerio donde sólo se permite la circulación a los individuos que llevan un
brazalete que pone: ¡Viva el fascio!".
LA PRIMERA NOTICIA DEL ASESINATO
La primera noticia de la muerte del poeta está
fechada el 30 de agosto y no se publicará en la prensa madrileña sino en el Diario
de Albacete. Se trata de un suelto que aparece en la parte inferior de su
primera página, sin que se asegure la certidumbre del hecho y dando por lugar
del mismo la provincia de Córdoba, "en donde parece que se hallaba preso y
que en una de las últimas razzias, de las que acostumbran los facciosos a
realizar tras de haber sufrido algún descalabro, ha caído el gran
poeta". En esa ciudad manchega, según publicó Gabriel Pozo en El independiente
de Granada hace unos meses (¿Por qué García Lorca "murió"
primero en Albacete?) residían por entonces Juan Ramírez de Lucas (El
Rubio) y su hermano mayor. El primero (1917-2010) era el amante de García
Lorca, autor de un poema póstumo dedicado al poeta y de un diario íntimo sobre
sus secretas relaciones, cuya publicación está por venir. Cabe preguntarse si
ante el inminente final de su vida Federico hizo algún tipo de gestión para que
su novio tuviera conocimiento de su muerte a través del periódico que se
publicaba en la ciudad en la que vivía Juan Ramírez de Lucas. ¿O fue la
propia familia del poeta la que facilitó esa información?
La noticia en Diario de Albace
Lo cierto es
que García Lorca fechó posiblemente su última carta el 18 de julio de 1936 en
Granada, dirigida a Juan, que la recibió cuatro días después en Albacete,
cuando Granada ya había caído en poder de los militares felones y Albacete era
zona republicana. La carta, dada a conocer por el diario El País el 12 de mayo de 2012, trata de consolar a su joven
destinatario (19 años) acerca de lo contado por este en otra: “En tu carta hay
cosas que no debes, que no puedes pensar. Tú vales mucho y tienes que tener tu
recompensa. Piensa en lo que puedas hacer y comunícamelo enseguida para
ayudarte en lo que sea, pero obra con gran cautela. Estoy muy preocupado pero
como te conozco sé que vencerás todas las dificultades porque te sobra energía,
gracia y alegría, como decimos los flamencos, para parar un tren”. La pareja tenía por entonces proyectos, pues el poeta
había aceptado la invitación de la actriz Margarita Xirgu de viajar a México, y
quería hacerlo con Juan, que aspiraba a ser actor, pero para ello requería la
aprobación de su padre, un conocido médico de Albacete: “Yo pienso mucho en ti y esto lo sabes tú sin
necesidad de decírtelo pero con silencio y entre líneas tú debes leer todo el
cariño que te tengo y toda la ternura que almacena mi corazón”, podemos leer en
la misiva. De aquel amor entre ambos quedó constancia en los Sonetos del amor
oscuro, que llegaron a conocimiento público en los años ochenta, con uno
especialmente intenso, El amor duerme en el pecho del poeta, dedicado a
Juan Ramírez de Lucas:
"Tú nunca entenderás lo que te quiero/ porque
duermes en mí y estás dormido./ Yo te oculto llorando, perseguido
por una voz de penetrante acero./ Norma que agita igual carne y lucero/ traspasa ya mi pecho dolorido/ y las turbias palabras han mordido/ las alas de tu espíritu severo./ Grupo de gente salta en los jardines/ esperando tu cuerpo y mi agonía/ en caballos de luz y verdes crines./ Pero sigue durmiendo, vida mía./ Oye mi sangre rota en los violines./ ¡Mira que nos acechan todavía!"
por una voz de penetrante acero./ Norma que agita igual carne y lucero/ traspasa ya mi pecho dolorido/ y las turbias palabras han mordido/ las alas de tu espíritu severo./ Grupo de gente salta en los jardines/ esperando tu cuerpo y mi agonía/ en caballos de luz y verdes crines./ Pero sigue durmiendo, vida mía./ Oye mi sangre rota en los violines./ ¡Mira que nos acechan todavía!"
En Madrid será el diario ABC el primero en dar por hecho sin
reserva el 8 de septiembre, casi un mes después de su ejecución, el asesinato
del autor del Romancero gitano bajo el titular Se confirma el asesinato
de Federico García Lorca. La información la facilita el corresponsal que en
el frente de guerra de Guadix tiene el diario madrileño El Liberal, rotativo
en el que también se publica la noticia. La redacción de ambas informaciones
parte de los datos facilitados por un amigo del alcalde socialista de Granada y
cuñado de Lorca (Manuel Fernández Montesinos, también fusilado por los
militares golpistas) que logró salir de la ciudad. El comunicante habla de que
un día antes de ser detenido, el poeta les estuvo leyendo una carta enviada
desde América por la actriz Margarita Xirgu, contando los éxitos teatrales y el
buen resultado económico de las obras representadas. Y puede que también esa
invitación de viaje que Lorca le participa a su amante en la carta comentada.
"Fuimos los primeros en recoger el rumor del
asesinato cometido en la persona de uno de los escasos valores auténticamente
nuevos de la lírica y la escena españolas [-leemos en ABC, que posiblemente se
basó en la información facilitada por Diario de Albacete y la publicada más tarde (1 de
septiembre) por el diario La Vanguardia-]. Lo recogimos sin un
comentario, porque no queríamos concederle veracidad, porque nos parecía que al
trazar esas líneas de protesta contra el vandálico hecho confirmábamos la
inconcebible barbarie. Pero el testimonio del compañero murciano parece irrecusable.
Federico García Lorca ha caído bajo los mismos fusiles que mataron de perfil a
Antoñito Camborio. Fusiles de esos hombres, que, por tener "almas de
chacal", no han sido dignos de identificarse con el pueblo y constituir
parte de nuestra gloriosa Guardia Nacional Republicana".
Más adelante, el anónimo redactor de aquel ABC republicano termina su texto con
estas palabras: "La figura de García Lorca y la labor que desarrolló están
presentes en la memoria de sus admiradores, que es toda la España actual, toda
la España de hoy que, fusil en mano, combate para aniquilar a los mismos
que le han asesinado. Y, en la hora de su muerte, no hay que recurrir a
fórmulas que expresen, sensibleras, nuestro dolor, sino a palabras viriles que
prometan al inmortal escritor -que ha unido a la gloria literaria la de mártir
de la República- la certeza de que sabremos vengarle".
El diario El Liberal no es tan categórico en su
titular del 9 de septiembre: Vuelve a asegurarse que el gran poeta García
Lorca fue asesinado por los traidores. El texto, ilustrado con el rostro de
Federico, es más breve y no da por segura su muerte, aunque se base en la misma
fuente: "En Guadix vuelve a afirmarse que el inmenso poeta Federico García
Lorca fue vilmente asesinado por los criminales fascistas. Lo asegura un amigo
del conocido socialista granadino D. Manuel Fernández Montesinos [médico
de profesión, también fue asesinado el 16 de agosto de ese mismo año], que
era alcalde socialista de Granada y cuñado del glorioso autor de Yerma. Después
de referir los múltiples asesinatos cometidos por los fascistas, entre los que
figuran los concejales del Frente Popular, y hasta individuos derechistas que
pensaban en sentido liberal, dice que el insustituible poeta fue asesinado en
Granada, en la finca de los Callejones de la Gracia, donde veraneaba con su
familia. A pesar de testimonio tan respetable, a pesar de que todo parece
confirmar el horrendo crimen, un resto de esperanza nos lleva, como el otro día,
a dudar de la veracidad de la aciaga noticia. De la barbarie y de la
monstruosidad de los asesinos fascistas no podemos dudar. Tienen dadas
sobradísimas pruebas de su degeneración de criminales natos. Y a pesar de ello,
aún dudamos, o mejor dicho, queremos dudar, pensando en Federico García Lorca,
que en plena juventud, casi un niño, alcanzó las cimas de la gloria literaria y
popular, como poeta excelso y demócrata de corazón".
TODO PUEDE ESPERARSE DE LA VILEZA
En línea similar a El Liberal se muestra el
diario El Sol en un recuadro que publica en portada el mismo 9 de
septiembre y donde también se resiste a dar por confirmado el asesinato:
"Las noticias procedentes de la fuente más digna de crédito, el Ministerio
de la Guerra y la Dirección General de Seguridad no son terminantes en este
sentido, mientras las procedentes de fuentes andaluzas están llenas de
contradicciones, afirmándose en unas que el asesinato por parte de las fuerzas
facciosas ocurrió en Córdoba y en otras, que en Granada o Guadix. Es muy
posible que los rumores acerca de la infamia de la que son capaces los
traidores estén basados solamente en el hecho comprobado del fusilamiento de
Manuel Fernández Montesinos, que era alcalde socialista de Granada y que estaba
casado con la hermana mayor del poeta. Ojalá nos equivoquemos, aunque todo
puede esperarse de la vileza de alma propia de la ralea maldita que ensangrienta
a Andalucía y a toda España".
La confusión que rodea la muerte del poeta es
inusitada un mes después del asesinato. De ello da idea la noticia publicada en
el diario La Vanguardia, el 20 de diciembre de ese año, en donde se
resume una entrevista concedida por Antonio Machado a la revista Fragua
Social en la que, además de hablar de una obra de teatro suya, que había
empezado a escribir al comienzo de la rebelión militar (El hombre que volvía
de la guerra), don Antonio hace referencia al posible asesinato de
García Lorca cuando el periodista le pide su opinión: “Tengo la firme esperanza
de que no se habrá consumado tanta desgracia. El teatro de Federico no era
revolucionario; todo lo más que podía achacársele es que se nutría de la más
pura savia popular.” También señala, a propósito de este mismo asunto, que
todavía no era el teatro de Lorca el teatro renovador que necesitaba la
envejecida escena española, pero que "empezaba a tomar bríos".
La directora del diario La Vanguardia, María
Luz Morales, admiradora de la obra de Lorca -a quien considera, además del gran
poeta trágico de Yerma, el gran poeta popular del nuevo romancero-,
publica dos días después en su periódico, el 22 de septiembre, un artículo
sobre su poesía (La poesía popular de Federico García Lorca) en el que
recuerda al final la última conversación que había tenido con Federico hace
menos de un año, cuando se estrenó en Barcelona Doña Rosita la
soltera. Lorca le contó que pensaba escribir la tragedia Soldados que no
quieren ir a la guerra. También le habló a la periodista de escribir para
el teatro una "Santa Teresa mística y humana", por la que decía
sentir una atracción irresistible. "Pero antes está la otra obra, la de la
paz -añadía-. En ella un coro de madres de hombres de todas las naciones
dirigirán a los representantes de las grandes potencias sus apóstrofes y sus gemidos".
La periodista, que dos días antes había leído la noticia de la posibilidad de
la muerte de García Lorca en su propio diario, termina su artículo
así: "Con un nuevo temblor, descifrándoles un nuevo sentido, leemos
hoy algunos versos de García Lorca. Así, estos que dicen:
“Cuando las estrellas clavan/ rejones al agua gris, / cuando
los erales sueñan verónicas de alhelí, / voces de muerte sonaron/ cerca del
Guadalquivir”. “Voces de muerte en Sevilla -prosigue Morales-; voces de muerte
en Granada... ¿Acaso, alguna, la voz del poeta? Hoy tenemos la esperanza de que
así no sea. Y todavía imaginamos esa voz -popular, joven, generosa- cantando su
himno de la paz, a una con las madres de los soldados que no quieren ir a la
guerra".
El escritor inglés Herbert George Wells, que había
visitado España en la primavera de 1932 y había conocido a García Lorca en la
Residencia de Estudiantes de Madrid -reforzando luego esa relación con un viaje
a Granada en compañía del poeta-, se interesó por la vida de su amigo el 13 de
octubre de 1936, fecha del telegrama dirigido a las autoridades militares de
Granada y que aparece en la primera página del diario El Sol al día
siguiente: "H. G. Wells, presidente del PEN Club de Londres, desea con
ansiedad noticias de su distinguido colega Federico García Lorca y apreciará
grandemente la cortesía de una respuesta". Se trata del presidente de PEN
Club de Londres y se conoce que era obligada la contestación por parte del
coronel felón gobernador de la ciudad, si bien la respuesta fue en extremo
lacónica: “Coronel gobernador de Granada a H. G. Wells. Ignoro lugar hállase
don Federico García Lorca. Coronel Espinosa". La contundente brevedad daba
pie a creer la peor de las noticias.
En abril de 2015 la cadena SER dio a
conocer la versión oficial de la muerte del poeta, según un informe redactado
casi treinta años después del asesinato, el 9 de julio de 1965, informe
redactado por la Jefatura Superior de Policía de Granada y dirigido al
gobernador civil de la provincia. El documento define a Lorca como “socialista”
y “masón”, y le tilda de “prácticas de homosexualismo”. En su asunto se lee Antecedentes del poeta Federico García Lorca.
Son dos folios y nueve párrafos. Entre ellos se alude al lugar en que fue
enterrado: “Fue
sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un
coche al término de Víznar (Granada) y en las inmediaciones del lugar
conocido como "Fuente Grande", en unión de otro detenido cuyas
circunstancias personales se desconocen, fue pasado por las armas después de
haber confesado, según se tiene entendido, siendo enterrado en
aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos dos
kilómetros a la derecha de dicha "Fuente Grande", en un
lugar que se hace muy difícil de localizar".
Del poeta se desconoce hoy en día el lugar en el que
están enterrados sus restos mortales. Manuel Fernández-Montesinos García, sobrino de Lorca y presidente de la fundación que lleva su nombre, en declaraciones al
diario La Vanguardia rechazaba la posibilidad ofrecida desde la
Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de hallar,
exhumar e identificar el cuerpo de Federico. A la Fuente Grande la llamaban los
árabes La fuente de las lágrimas, está en la localidad de Alfacar, desde la que
parte el último paseo del poeta hasta Víznar. Cuando en 1977, con ocasión del cincuentenario
de la Generación del 27, entrevisté a Dámaso Alonso en su casa y le pregunté
por Federico, percibí su emoción cuando le cité un par de versos de su poema a Federico,
al que recordaba travieso y jovial con ocasión de no recuerdo qué viaje:
Ay, fuente de las lágrimas, /ay, campos de Alfacar,
tierras de Víznar. /El viento de la noche, / ¿por qué os lleva la arena, y no
la sangre? /¿Por qué entrecorta el agua cual mi llanto? /No le digáis al alba
vuestro luto, /no le quebréis al día su esperanza /de nardo y verde sombra; /pero
en la noche aguda, /sesgada por el dalle de los vientos /que no olvidan,
llorad, llorad conmigo. /Llora, tú, fuente grande, /ay, fuente de las lágrimas.
/Y sed ya para siempre mar salobre, /oh campos de Alfacar, tierras de Víznar.
*Artículo publicado en el número de octubre de la revista El viejo topo
DdA, XV/4299 s
1 comentario:
Siento una gran emoción al leer estos versos y esta crónica y tengo escalofríos pensando en el futuro inmediato. Parece que españa carece de sensibilidad histórica. Fran Devesa.
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