LA DESQUICIADA SENTENCIA CONTRA UN DESQUICIADO PROCÉS

Félix Población

Leo en la sentencia por el llamado procés, que acaba de ser conocida oficialmente y que condena a los principales responsables a penas de cárcel que van de los nueve a los trece años por los delitos de sedición y malversación, que la fecha clave para la condena por sedición es la del referéndum del 1 de octubre, cuando los condenados, sostiene el Supremo, culminaron su estrategia de desobediencia a las leyes estatales y llamaron a los ciudadanos a concentrarse en los centros para impedir la actuación policial. En este punto el tribunal destaca que Sànchez y Cuixart tuvieron un papel clave para intentar "neutralizar cualquier manifestación de poder emanada de las autoridades judiciales" mediante las llamadas a la movilización. Con todo, la sentencia destaca que los hechos de violencia puntual que se dieron tuvieron “absoluta insuficiencia” para “imponer de hecho la efectiva independencia territorial y la derogación de la Constitución en el territorio catalán”. Siendo esto último así, la "absoluta insuficiencia" de violencia puntual, considero excesivas las condenas impuestas y me temo que esta sentencia dificultará aún más una solución política de la cuestión catalana. A ello están colaborando, también desde Cataluña, aquellos partidos y líderes independentistas que, en lugar de hacer la correspondiente autocrítica por su deplorable procés, muestran predisposición a repetirlo sin ningún reparo. En este sentido llamar a la desobedeciencia institucional, como se ha hecho desde el Parlament, no solo es un disparate lexicológico -como apuntaba hoy un columnista- sino algo que por no tener sentido se anula solo. Me parece una sentencia desquiciada para un procés desquiciado porque tanto en Madrid como en Cataluña sobra el desquiciamiento sobre esta cuestión.  Y sin quicios no hay puertas para el diálogo.

PS.- Compárese AQUI con la sentencias dictadas contra el esperpéntico intento de golpe de Estado del 23-F. El general Armada fue indultado en 1988 por el gobierno de Felipe González por razones de salud, cinco años después de ser condenado. Falleció en 2013.

                   DdA, XV/4305