
David M. Rivas
La
Manga del Mar Menor se muere. ¿Y qué esperábais, zoquetes? En un ya
lejano 1990 se hizo un estudio sobre el asunto. Era un estudio
multidisciplinar sobre humedales, muy detallado, con financiación
europea y realizado por las universidades Autónoma y Complutense de
Madrid. Sé de lo que hablo. El estudio lo dirigió uno de los principales
ecólogos del siglo, Fernando González Bernáldez, y los aspectos de
desarrollo económico los coordiné yo mismo. Tres años después, en 1993, se
plantearon las directrices básicas para la conservación de La Manga.
También yo participé en el asunto desde el Consejo de Medio Ambiente.
Después la ley de costas hizo suyas las recomendaciones científicas, ya
entrado el siglo XXI. La cosa estaba complicada y más se complicó cuando el
Partido Popular derogó toda la legislación protectora emanada de
estudios y trabajos de veinte años para potenciar la especulación
inmobiliaria. Y ahora se les ocurre un programa de salvación del Menor
que consiste en echar al Mayor, el Mediterráneo, miles de toneladas de
nitratos, cosa que la Unión Europea no aceptará y a la que están atentas
Baleares, Valencia y Andalucía, por no hablar de Italia. La Manga se
muere, sí. Y a los murcianos, lo digo con dolor porque ese espacio era
maravilloso, sólo les queda esperar un milagro de Santa María de la
Fuensanta. Y me temo que no.
DdA, XV/4321
No hay comentarios:
Publicar un comentario