Félix Población
Ya adelante la gran operación militar turca contra las tropas kurdas en el norte de Siria, largamente planeada y autorizada por Trump el pasado 6 de octubre mediante una llamada telefónica al presidente Erdogan, es de resaltar la opinión del escritor y pensador británico David Graeber, expuesta recientemente a modo de importante advertencia en el pretigioso diario The Guardian:
“Recordad que cualquier invasión turca de Rojava será una invasión de
la OTAN de Rojava [Turquía pertenece a la alianza atlántica]. Cualquier
genocidio que lleve a cabo será un genocidio de la OTAN”.
La ONU
ya ha advertido que se está “preparando para lo peor” tras la puesta en marcha de la invasión turca e insta a todas las partes a que eviten
el desplazamiento masivo de civiles. Las comunas
de Rojava, en el norte de Siria, consiguieron en medio de la
guerra con el ISIS construir un gobierno autónomo laico basado en los
principios del confederalismo democrático. Este experimento inédito bebe
de raíces zapatistas, del municipalismo libertario de Murray Bookchin,
del ecologismo y del movimiento feminista.
A la espera de un más extenso y detenido análisis por parte del profesor de Ciencia Política Carlos Taibo, me parece oportuno tener en cuenta lo que hoy nos participa:
"Pregunta una persona que vive en Turquía si no estamos idealizando lo
que ocurre desde hace unos años en Rojava. Acepto de buen grado que es
así, pero me veo en la obligación de subrayar que cuando sugerimos que
algo se idealiza estamos señalando sibilinamente que ese algo, antes de
la idealización, incluye valores que lo hacen merecedor de respeto, por
mucho que exageremos, ciertamente, su relieve. Y creo que esto es lo que
ocurre en Rojava, tanto más si consideramos la región
del planeta en la que esa experiencia, trémula, de autogestión,
feminismo y ecología ha adquirido carta de naturaleza. Una región -lo
recuerdo- marcada por los monarcas de los petrodólares, por los
diferentes sátrapas locales, por ese gendarme local asesino llamado
Israel y por los intereses de las grandes potencias. Sean cuales sean
las carencias de Rojava, brilla con luz propia". Será por eso que quieren apagarla y a ello van desde ayer otra vez las armas del imperio y de la muerte, dispuestas a sembrar la miseria, la destrución y el éxodo.Una vez leí un poema que firmaba un tal Mark Rojava y estaba dedicado al pueblo kurdo. Dice así:
Sin poder escribir un poema
que realce la belleza
de una noche en tus laderas
cuando el silencio es vida,
tumbaditos al lado de la hoguera
desnudos
contándonos las pecas.
que realce la belleza
de una noche en tus laderas
cuando el silencio es vida,
tumbaditos al lado de la hoguera
desnudos
contándonos las pecas.
Me meto en la cama,
los aullidos no cesan
los aullidos no cesan
no hay descanso en la estepa,
los lobos aprietan los dientes.
los lobos aprietan los dientes.
Si me exilio que sea entre tus brazos,
pero antes hay que echar a los fascistas a balazos.
pero antes hay que echar a los fascistas a balazos.
La montaña espera,
inmóvil,
a los guerrilleros que la protejan.
inmóvil,
a los guerrilleros que la protejan.
Espera,
la noche
en que la Luna baje
y los aullidos cesen.
Léase@también: Pedagogía de Rojava, donde los estudiantes también son maestros.
Estamos en pánico, la gente ya no sabe donde ir, denuncia la población kurda.
la noche
en que la Luna baje
y los aullidos cesen.
Léase@también: Pedagogía de Rojava, donde los estudiantes también son maestros.
Estamos en pánico, la gente ya no sabe donde ir, denuncia la población kurda.
DdA, XV/4301
No hay comentarios:
Publicar un comentario